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Pablo Llorca retrata en su cuarta película la cara innoble del amor

El director define 'La espalda de Dios' como una historia cercana al melodrama

Pablo Llorca no parece reparar en el típico Madrid de agosto, desértico y caluroso. Y es que en una habitación de ocho metros cuadrados de la calle de Churruca, este director madrileño, de 36 años, continúa dando vida y forma a su cuarto largometraje. La espalda de Dios es el título de esta película, donde su protagonista, interpretada por Isabel Ampudia, lucha por sobreponerse a la tentación de un amor pernicioso.

"La espalda de Dios es la historia de Rosa, una mujer que se enamoró del hombre que no debía" dice Llorca. El nombre de la película, explica el realizador de Venecias, Todas hieren y Jardines colgantes, lo tomó de la frase de un escultor que "decía que no es posible ver la espalda de Dios". "En el caso de la película significa que cuando alguien se enamora ve la parte que luce y brilla, y no la parte innoble y oculta", añade. De La espalda de Dios, cuyo rodaje está a punto de terminar, el director afirma que tiene asegurado su estreno el próximo invierno.La protagonista del filme, Isabel Ampudia, que anteriormente trabajó con Carlos Saura en Taxi, señala que lo que le atrajo del personaje de Rosa es que "es una superviviente silenciosa, una hormiguita, y además porque permite muchos cambios, cuando es joven, cuando es más madura". En la película también actúan Óscar Zautua, Alberto Jiménez, Pedro Casablanc, así como Leonor Watling y el actor portugués Luis Miguel Cintra, ambos protagonistas en Todas hieren.

Ampudia, nacida en León, afirma que la experiencia bajo la dirección de Llorca ha sido una etapa muy creativa en su carrera profesional. "Pablo es un tipo muy majo, tiene muy claro lo que quiere y sobre todo lo que no quiere, pero si tú le das más, él lo va cogiendo", comenta la actriz de este director, que consigue, a pesar de su trato suave a la hora de trabajar, una obediencia casi reverente de parte del equipo.

Porque algo de reverencia inspira el trabajo de Llorca, que ha rodado la mayoría de sus películas con bajos presupuestos y mucha voluntad por parte de sus colaboradores. "El problema de trabajar con poco dinero es que te limita a la hora de rodar. Por otro lado, hago lo que quiero sin tener que dar explicaciones a nadie. Pero mantener una posición de independiente siempre te impide llegar a los circuitos", se lamenta el director.

Para esta última película, financiada por Cámara Oscura, su propia productora, Llorca contó con una pequeña subvención para escribir el guión, que está basado en la vida cotidiana y parte de una base real. "La historia es en parte la experiencia de una amiga, pero sólo en parte, principalmente el comienzo de la trama", enfatiza.

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