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Más calor, más consumo, menos reservas

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El Instituto Nacional de Meteorología ya preveía a principios de junio dos cosas: que 1999 iba a ser uno de los años más secos del siglo y que la escasez de lluvias crearía una situación preocupante. El agua almacenada actualmente en los embalses de la Comunidad de Madrid da buena prueba de ello. La consecuencia más inmediata ha sido que, en los últimos siete meses, las aportaciones de agua a los ríos de Madrid han bajado en un 70% con respecto al mismo periodo del año anterior. El nivel de los embalses ha descendido de 783 hectómetros cúbicos a 546; es decir, 237 hectómetros menos que el año pasado. Una situación a la que además han acompañado las altas temperaturas registradas en la región en los últimos meses, lo que ha motivado un aumento del consumo de agua en los hogares de hasta un 8%, muy por encima del registrado el año pasado, cuando el consumo subió un 1%.El gerente del Canal de Isabel II, Ricardo Domínguez, sostiene que, por causa del calor, "los madrileños utilizan más la ducha" y "riegan más sus jardines".

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El 10% del agua destinada a consumo se pierde en fugas

El resultado de esta cadena -más calor, más consumo, menos reservas- es preocupante. De hecho, Domínguez advierte de que si de aquí a la primavera no llueve con suficiente intensidad pueden llegar a imponerse algunas restricciones. "En septiembre, cuando veamos las trazas del nuevo año hidrológico, actuaremos", explicó.

En previsión de que un nuevo ciclo seco azote la región, la Comunidad tiene ya proyectada la construcción de dos presas. Estarán situadas en las cuencas altas de los ríos Sorbe y Jarama. Y entre las dos tendrán posibilidad de incrementar en un 20% el volumen de reserva de agua de toda la región.

Los técnicos de la Comunidad de Madrid consideran, eso sí, que estas dos grandes infraestructuras no estarán terminadas hasta el año 2010.

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