El 10% del agua destinada a consumo se pierde en fugas
El caudal no facturado cuesta 500 millones al añoEl Canal pierde en un solo año el equivalente a tres meses y medio de consumo
Más de seis millones de litros de agua se perdieron este viernes por una sola rotura en el paseo de la Castellana. En el quinto año más seco desde 1913, este caudal (equivalente al agua que beben todos los habitantes de Madrid en un día) representó todo un derroche que a final de año se sumará a los 50 millones de litros que el Canal de Isabel II, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, pierde anualmente en fugas de agua. Cincuenta hectómetros cúbicos que, según la empresa, representan el 10% de toda el agua reservada para el consumo.Esta sangría se produce a pesar de que el Canal -organismo público que capta, sanea y distribuye el agua que consume el 97% de los domicilios de la región- ha invertido desde 1995 unos 16.000 millones de pesetas en reparar los más de 8.000 kilómetros de tuberías de la red de abastecimiento. Las pérdidas generales aumentan otro 10% si se contabiliza el "consumo no facturado". Este apartado comprende los riegos en parques públicos, las bocas de incendios, los grifos mal cerrados (cuyo goteo no registra el contador) y las aguas empleadas en las estaciones de potabilización y depuración. Ambos conceptos -fugas y consumo no facturado- suponen unas pérdidas superiores a los 500 millones de pesetas anuales. Así, en 1998, el agua destinada para el consumo ascendió a 509 hectómetros, pero sólo se facturaron 394. La diferencia (105 hectómetros) se perdió: 52 hectómetros por fugas (una cantidad similar a toda la embalsada en el embalse de Pedrezuela), y el resto, por consumo no facturado. PASA A LA PÁGINA 3
Consumo no facturado
El 70% de las fugas de agua se debe a las pequeñas averías de la red de suministro
La mitad de ese 20% de pérdidas corresponde al denominado consumo no facturado. En este capítulo entran los grifos mal cerrados. "El contador no detecta la fuga gota a gota, que se convierte en una pérdida no contabilizada por el Canal", explica Domínguez. Otro caso procede de las aguas empleadas por las estaciones de tratamiento de aguas potables y las estaciones depuradoras de caudales residuales. "En ambos casos se utiliza mucha agua para limpiar los filtros, y ésta no se cuenta tampoco", dice el gerente del Canal. Por último, el consumo no facturado comprende también el riego de algunos parques públicos y las bocas de incendios. "Evidentemente, los bomberos no pagan el agua que utilizan para apagar incendios", afirmó Domínguez.Otra fuente importante de pérdidas económicas procede del trasvase del agua almacenada en el embalse de San Juan al de Valmayor. Elevar el agua los 320 metros de desnivel que existen entre ambos pantanos cuesta 10 pesetas por metro cúbico.
A pesar del agua que se desperdicia desde los embalses hasta las casas y la sequía que padece la región, el Canal de Isabel II sigue sin incluir, entre sus acciones más inmediatas, la realización de una campaña para el uso racional de agua y fomentar su ahorro.
Domínguez sigue manteniendo que las reservas actuales nos permiten llegar "sin problemas hasta agosto del año que viene", aunque, eso sí, reconoce que "muy justitos". Emplaza la toma de decisiones al inicio del nuevo año hidrológico, en el próximo otoño. "Será entonces, después de ver cómo se presenta la meteorología, cuando tomemos las decisiones oportunas", explicó. Y comparó emprender ahora una campaña de toma de conciencia con "el cuento del lobo". "Si la empezamos ahora por lo que nos pueda pasar, cuando lleguen de verdad los problemas, dentro de 12 meses, nadie se lo creerá y el resultado sería nefasto", sentenció.
Esta ausencia de acciones para disminuir el consumo de agua (algunos consejos impresos en los recibos del agua) han provocado las quejas de los diputados socialistas en la Asamblea de Madrid. Pedro Díez, portavoz adjunto de la coalición PSOE-Progresistas en la Comisión de Medio Ambiente, ha pedido la comparecencia del gerente del Canal para que explique a la Cámara autonómica el plan de actuaciones previsto para combatir la sequía.
El portavoz socialista asegura que la Administración regional tiene "sobrada experiencia" para tomar medidas de choque "antes de que se tenga que llegar a las restricciones por no haber actuado antes".
"Esta sequía es un fenómeno climatológico cíclico, y, por lo tanto, no se puede esperar al año que viene para reaccionar, tal y como parece estar diciendo el gerente del Canal", señaló Díez.
Los socialistas exigen el establecimiento de una nueva ley que oblige al riego de jardines por goteo o aspersión programada y una revisión constante de la red para evitar fugas y las consecuentes pérdidas.
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