Inmigrantes ecuatorianos acusan de estafa a un contratista de Torrevieja Los trabajadores dormían en los sótanos de las obras sobre tablas

Los 60 inmigrantes ecuatorianos explotados en la construcción en la Vega Baja denunciaron ayer a un constratista (un intermediario, encargado de reclutar operarios para las constructoras) como la persona que les ha engañado al no pagarles los salarios acordados después de un mes de trabajo en diferentes urbanizaciones del área de Rojales y Torrevieja. Los inmigrantes insistieron en las condiciones infrahumanas que han soportado, durmiendo en sótanos y sobre tablas.

El colectivo de inmigrantes ecuatorianos se personó en bloque, en la mañana de ayer, en el cuartel de la Guardia Civil de Torrevieja para ratificar la denuncia por explotación y estafa. Los inmigrantes apenas concretaron los detalles de la denuncia, ya que aseguraron que desconocían las obras en las que habían trabajado, salvo la urbanización Ciudad Quesada de Rojales, y tampoco identificaron claramente quién les contrató. En este sentido, apuntaron a que se trata del contratista Pantoja, una persona de Torrevieja, dedicada a la contratación de obreros, que posteriormente ofrece a las empresas contructoras. "Este contratista nos prometió un salario entre 600 y 700 pesetas a la hora, pero después de un mes de trabajo todavía no nos ha pagado nada", comentó uno de los inmigrantes en el momento de formalizar la denuncia en el cuartel de Torrevieja. "También nos ofreció casa, pero hemos dormido en los sótanos de la obra y sobre tablas. Todo han sido calamidades y pasar hambre", añadió. Los ciudadanos ecuatorianos, la mayoría hombres de entre 30 y 40 años de edad, llegaron a España hace unos meses, todos ellos con visado de turista. El grupo había estado trabajando con anterioridad en Murcia, Fuente del Álamo y Cartagena. Los imigrantes aseguran que fueron captados para trabajar en la construcción en la zona de Torrevieja a través de un anuncio en prensa. Los ecuatorinanos, ante el retraso en el cobro de sus salarios, las penurias que estaban sufriendo, e incluso las amenazas del contratista de que iban a ser deportados si denunciaban los hechos, decidieron el viernes acudir al Ayuntamiento de Rojales en demadna de ayuda. Los servicios sociales de esta localidad los atendieron y les proporcionaron alimentos. La mayoría de los miembros del grupo han vuelto a Murcia tras presentar la denuncia. La llegada masiva de inmigrantes ecuatorianos, que posteriormente son reclutados como mano de obra barata por algunos empresarios de Alicante, fue denunciada días atrás por la ONG Alicante Acoge. Este colectivo de apoyo a los inmigrantes sostiene que la entrada de los ecuatorianos está controlada por grupos mafiosos radicados en Madrid, que cobran a estas personas entre 300.000 y 500.00 pesetas por facilitarles los visados.