El presidente se siente perseguido por el Estado

El presidente de la ciudad autónoma de Melilla, Mustafa Aberchan, explicó que la decisión de suspender el pleno de ayer la adoptó tras una "reflexión responsable de prudencia política". No hizo gala, sin embargo, del mismo comedimiento a la hora de describir la embrollada situación de la ciudad. "Estamos convencidos", lamentó, "de que somos víctimas de una persecución. Todas las estructuras del Estado se han puesto en movimiento para tumbar el Estado de derecho".Los asuntos objeto de "reflexión" son las resoluciones de la Junta Electoral, la apertura de diligencias informativas por la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Málaga por un presunto delito de prevaricación e incluso las manifestaciones del primer ministro de Marruecos, Abderramán Yusufi, sobre el estatuto de las dos ciudades españolas en el norte de África.

"Entendemos que todo esto no es casual y obedece claramente a una estrategia del Estado y es perjudicial para el pueblo de Melilla".

Aberchan se defendió de quienes le acusan de prevaricar por promulgar un decreto contrario a la resolución de la Junta Electoral sobre las actas de los diputados socialistas y aseguró: "Somos una parte del Estado y no una parte en conflicto con el Estado". Dijo que las resoluciones de este órgano tienen "tintes políticos" y explicó que todas sus actuaciones están basadas en "el convencimiento" de defender las competencias de la Asamblea de Melilla.

Menos preciso fue para explicar sus actuaciones futuras: "Vamos a esperar un pronunciamiento claro de los órganos competentes". Inquirido para que fuera más explícito respondió: "Si la Junta Electoral dice con suma claridad que la resolución, acorde a ley, debe ser ejecutada con una sóla dirección, vamos a ser respetuosos, pero si no es clara vamos a recurrir hasta donde haya que recurrir".