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"No tenemos dinero, el niño podía morirse"

Miquel Noguer

"El niño necesita una leche infantil que cuesta 3.000 pesetas el bote y yo no se la puedo comprar". Con esta afirmación, Mohammadi Farih empezaba ayer el relato sobre los motivos que le llevaron a abandonar a su hijo, de cinco meses y medio, el pasado martes en la puerta de la alcaldía de Manlleu (Osona). ¿Y por qué en la alcaldía? "Pues porque el alcalde, en vez de ayudarme a mantener al niño, nos ha quitado la ayuda que recibíamos". La ayuda municipal consistía en un vale por valor de 11.500 pesetas semanales que la familia empezó a recibir cuando el padre, que trabajaba en la construcción, tuvo un accidente laboral, hace un año y medio, y tuvo que dejar de trabajar. Los beneficiarios de la ayuda eran Mohammadi Farih, su mujer y los cinco hijos del matrimonio, que vive desde 1994 en Manlleu, en el barrio de L"Erm, donde se concentra la importante colonia de inmigrantes de la población. La familia Farih había llegado a Cataluña en 1990 procedente del norte de Marruecos y desde hace un tiempo necesita ayuda social para salir adelante. La retirada de una de estas ayudas precipitó los acontecimientos. Fuentes municipales han explicado que esta ayuda se retiró el pasado mes de junio "porque tuvieron un ingreso importante que no pudieron justificar". Aquel ingreso, por un importe total de 839.000 pesetas, era, según Mohammadi Farih el subsidio de baja laboral por el año que no había podido trabajar. Lo cierto es que el dinero se esfumó rápidamente: "Teníamos muchas deudas", asegura Farih mientras muestra un pliegue de facturas de todo tipo, algunas de ellas aún sin pagar. Pero su drama no termina aquí: "Mire la libreta del banco, nos quedan 400 pesetas". En la nevera, asegura, tampoco hay nada. Mohammed Farih explicaba todo esto ayer en el comedor de su casa vacía, después de haber quedado en libertad el jueves por la noche. Él y su esposa habían permanecido detenidos durante casi tres días bajo la acusación de abandono de un menor. Según el abogado del matrimonio, César Lagonegro, tanto Mohammadi Farih como su esposa han quedado en libertad sin cargos. A pesar de esto, el Juzgado de Instrucción número 1 de Vic sigue con la investigación del caso. Sobre el matrimonio también pesa una denuncia del Ayuntamiento de Manlleu por el abandono del niño y también se está investigando un presunto caso de malos tratos hacia otro de los cinco hijos que tiene. "Todo esto es política", decía ayer, y se preguntaba en voz alta: "¿cómo quieren que yo pegue a mis hijos?, ¿acaso se creen que estoy loco?". Lo que ha inducido a las sospechas son unas marcas observadas en el cuerpo de uno de los hijos, cuyas causas no han sido aún determinadas. Los niños fueron ingresados en un centro de menores de la Generalitat cuando los padres fueron detenidos. El abogado del matrimonio magrebí asegura que "según los padres son marcas de hace varios meses, producto de una enfermedad que padeció". Cuatro de los cinco hijos del matrimonio, con edades comprendidas entre los cinco meses y los quince años, han sido ingresados en centros dependientes de la Dirección General de Atención a la Infancia. La mayor de los cinco hermanos, una adolescente de 15 años, está en Francia en casa de unos tíos desde hace días. De hecho, y según explicó ayer el padre, es normal que los niños pasen mucho tiempo en casa de familiares. "De esta manera pueden comer bien y algunos días sólo vienen a casa a dormir". La escolarización de los menores ha sido otro de los problemas que la familia no ha podido afrontar satisfactoriamente. "Dos de mis hijos dejaron de ir a la escuela porque no podíamos comprarles ropa", explica el padre. En cualquier caso, no considera que haber dejado a su hijo en el Ayuntamiento sea un delito. "Nosotros no tenemos dinero, podía morirse" asegura. Los días previos al abandono, los padres cambiaron la leche infantil que tomaba el bebé por leche de vaca para adultos. "No teníamos dinero para más".

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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