Ceremonias en euskera

El derecho legal a casarse en lengua vasca ante el Ayuntamiento de Pamplona, el municipio con más euskaldunes de toda Navarra, fue reconocido la pasada legislatura tras un largo proceso judicial de cinco años que culminó con una sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior navarro. Los jueces interpretaron que los protagonistas de un matrimonio son sus contrayentes, que expresan públicamente su deseo de convivir juntos ante una institución administrativa como es un ayuntamiento. Usando los preceptos de la ley foral del Vascuence, que sitúa a Pamplona en la denominada zona idiomática mixta, el tribunal concluyó que el derecho de los novios a casarse en euskera, esto es, a dirigirse en una de las lenguas cooficiales de Navarra a la Administración municipal, era incuestionable, si bien matizó que, a su vez, el concejal oficiante, representante de la institución, podía usar en la ceremonia la lengua que desease. Por ello y por que al menos dos ediles de UPN asignados para celebrar bodas civiles dominan la lengua vasca, Barcina responde que las delegaciones realizadas "hacen viable la celebración o realización de bodas en vascuence".