Economía ha abierto 11 expedientes por la subida del precio de la gasolina

El Servicio de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía ha abierto 11 expedientes después de recibir varias denuncias relacionadas con el aumento del precio de la gasolina, según confirmó ayer el director general de Política Económica, Luis de Guindos. La subida de los precios de las gasolinas está ejerciendo una fuerte presión sobre la inflación. En junio pasado, el índice particular del precio de los carburantes (3,1%) volvió a los niveles de 1997, tras haber sido negativo durante 1998.

El director general declaró que no puede "prejuzgar" si existen acuerdos entre gasolineras para elevar el precio del producto, porque está sujeto a la confidencialidad, aunque sí apuntó que el origen de los expedientes está en posibles restricciones a la competencia. Los expedientes serán remitidos al Tribunal de la Competencia para su resolución, explicó el director general.Según De Guindos, ahora se debe aclarar si las gasolinas suben, además de por factores como el alza del precio del crudo, que ayer alcanzaba los 22,20 dólares, por otros exógenos, como la existencia de algún tipo de acuerdo restrictivo de la competencia.

Las organizaciones de consumidores insisten desde hace tiempo en que sospechan que existe un acuerdo de precios entre las compañías petroleras. Pero, como estas mismas organizaciones han declarado, dichos pactos son casi imposibles de probar. Ayer mismo, el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, alentó a dichas organizaciones a presentar denuncias ante Defensa de la Competencia si tienen indicios de que las empresas petroleras pactan los precios.

Por su parte, el portavoz de Energía del PSOE, Juan Pedro Hernández Moltó, exigió ayer al Gobierno que investigue la subida de los precios de las gasolinas, al entender que hay indicios de que se ha atentado contra la libre competencia "por la coincidencia en fechas y decisiones de las compañías petroleras a la hora de aumentar los precios".

El secretario general de Nueva Izquierda, Diego López Garrido, instó al Gobierno a investigar la falta de competencia en el sector. Según Garrido, "la liberalización del sector de hidrocarburos ha supuesto una subida de los precios y el perjuicio de los consumidores", informa Pedro Cifuentes.

También la Federación Nacional de Transporte por Carretera de España (Fenadismer) exigió ayer el control del Gobierno sobre los precios de las gasolinas. Presión sobre la inflación

Una preocupación derivada del incremento de los precios de las gasolinas es su efecto negativo sobre la inflación. Los precios de los carburantes, que representan el 5,1% de la cesta de precios que componen el IPC, son una amenaza para el objetivo de inflación del Ministerio de Economía para este año (1,8%). La gasolina súper (casi 130 pesetas por litro) ha aumentado 16 pesetas en lo que va de año, y el gasóleo (101,9 pesetas), 14 pesetas.

La economía española se benefició desde mediados de 1997 y durante todo 1998 de la fuerte caída de los precios del petróleo. Pero desde marzo pasado, el precio del barril ha aumentado un 100% y ha recuperado los niveles de finales de 1997, cerrando así un círculo de un año y medio de alivio para el IPC. En septiembre de 1997, el índice anual del grupo especial de carburantes y combustibles, que forma parte del índice general del IPC, fue del 4,1%. Para diciembre de 1998, ese indicador era un 8% negativo. Pero el pasado mes de junio ya se situaba en el 3,5%.

La tasa del IPC anual para julio, que se conoce hoy, se incrementará entre tres y seis décimas con respecto al mes anterior, según los analistas, con lo que la tasa anual se situaría entre el 2,2% y el 2,4%. Las previsiones más optimistas son las del BSCH y Argentaria, que sitúan la tasa anual en el 2,1%. Por contra, Caixa Catalunya prevé una inflación anual del 2,3% en julio, y el BBV, el más pesimista, sostiene que alcanzará el 2,4%, dos décimas por encima de la de junio.

Donde hay coincidencia es en que para este año la inflación estará por encima del objetivo oficial. La mayor diferencia la fija el BBV, que prevé un IPC del 2,6%, ocho décimas superior a la previsión del Gobierno.