China veta la visita del Papa a Hong Kong por mantener lazos con Taiwan
China ha prohibido al papa Juan Pablo II visitar Hong Kong durante su viaje por Asia previsto para finales de este año. Los lazos diplomáticos que mantiene la Santa Sede con Taiwan han sido la causa esgrimida por las autoridades chinas.El obispo de Hong Kong, Joseph Zen, reconoció ayer que China argumenta "que el Vaticano tiene buenas relaciones con Taiwan, pero no con Pekín". Por ello, según Zen, las autoridades han considerado "inconveniente" la visita del Papa. El Gobierno de Hong Kong, atrapado entre la autoridad de Pekín y los sentimientos de los 250.000 católicos de la antigua colonia británica, reconoció que el viaje del Pontífice deberá esperar. "Sólo será apropiado discutir la visita propuesta después de que el Gobierno Central del Pueblo [Pekín] y el Vaticano hayan resuelto asuntos importantes", convino el portavoz del Gobierno, Stephen Lam.
Las relaciones diplomáticas del Vaticano con Taiwan, a la que Pekín considera una provincia rebelde desde que se convirtió en refugio de los que perdieron la guerra civil en 1949, son uno de esos "asuntos importantes". Y así lo constató el Ministerio de Asuntos Exteriores por medio de un comunicado: "El Vaticano mantiene lo que llama relaciones diplomáticas con Taiwan... el viaje del Papa a Hong Kong presenta problemas bastante complicados. El Vaticano lo sabe".
El Papa deseaba que su gira por Asia incluyera Hong Kong, y el Vaticano se lo solicitó a Pekín a través de la Embajada en Roma. Habría sido la primera vez que un Pontífice pisa territorio chino desde que lo hiciera Pablo VI en 1970.
Demostración de fuerza
El portazo de China a la visita del Papa es el último ejemplo de demostración de fuerza acerca de la seguridad y relaciones exteriores de Hong Kong. Emily Lau, parlametaria y líder del prodemócrata Partido de la Frontera, aseguró ayer que "la decisión de no autorizar la visita del Papa envía al mundo el mensaje desastroso de que en Hong Kong ya no hay libertad". La Oficina de Derechos Humanos de Hong Kong insistió ayer en que el movimiento de las autoridades chinas "representa una importante pérdida simbólica de libertad".También es una andanada más dentro del conflicto larvado con Taiwan: los amigos de mis enemigos son mis enemigos, parece decir Pekín al Papa. Y puede que se lo tenga que volver a comunicar cuando el Papa responda a la invitación de visitar Macao. El viaje se producirá antes de que la colonia portuguesa vuelva a poder chino, el próximo 20 de diciembre.
La ofensiva de Pekín llega en un momento en que la crisis con Taipei ha empeorado significativamente desde que a principios de julio Taiwan hizo pública su intención de encaminarse hacia la independencia. China, que considera a la isla como territorio irrenunciable, no acepta tal política.
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