Champalimaud admite retocar su acuerdo con el BSCH para eludir el veto oficial portugués
El financiero portugués António Champalimaud ha reconocido que está dispuesto a "retocar" su acuerdo con el Banco Santander Central Hispano (BSCH) con el fin de franquear el veto a la alianza, decidido por el Gobierno de Lisboa y suspendido por la Unión Europea. El Ejecutivo portugués ha desmentido la apertura de negociaciones formales con los firmantes del acuerdo, si bien fuentes de ambos grupos han admitido la existencia de "contactos exploratorios" para alcanzar una solución negociada al conflicto y evitar perjuicios para ambas partes.
La evidente disposición del Grupo Champalimaud y el BSCH para negociar el veto al acuerdo se enfrenta con la intransigente postura del Gobierno portugués, que pretende que ambos grupos anulen su actual alianza. Para el Ejecutivo socialista de António Guterres, esto supondría la retirada de sus demandas en Bruselas; recibir una nueva propuesta con una menor participación española, y clarificar la estructura accionarial del grupo para mejorar las garantías de supervisión por parte de las autoridades.El BSCH y el Grupo Champalimaud firmaron el pasado mes de junio un acuerdo mediante el cual la entidad española adquirió el 40% del grupo financiero portugués a cambio de una participación del 1,6% del BSCH. António Champalimaud posee un gran grupo que controla cuatro grandes bancos con extensiones en Brasil: el Pinto & Sotto Mayor, el Totta & Açores -que perteneció a Mario Conde-, el Predial Portugués y el Chemical.
La férrea actitud del Gobierno portugués ha sido duramente criticada por diversos sectores políticos y económicos del país, quienes coinciden en asegurar que Lisboa, si persiste en esa postura, se arriesga a que la UE decrete la suspensión cautelar del veto y adopte severas sanciones económicas contra el país.
Al parecer, el copresidente del BSCH, Emilio Botín, y el financiero Champalimaud han hecho llegar al Ejecutivo de Lisboa una propuesta para reducir la participación de la entidad española en el grupo portugués, pero su oferta fue rechazada por las autoridades lusas, que exigen la suspensión del actual acuerdo y el inicio de un nuevo proceso.
El pasado jueves, día en que Botín y Champalimaud se reunieron en Lisboa, el ministro de Finanzas, António Sousa Franco, se desplazó a Madeira para reunirse con el primer ministro, António Guterres, de vacaciones en la isla. Sousa Franco no quiso revelar si trataron sobre el caso, pero explicó que abordaron asuntos de la más diversa índole, "como todo lo que está ocurriendo en el país y en Europa, porque hay muchas negociaciones en el ámbito de la UE que tienen que ser estudiadas este mes".
Diversas fuentes consultadas por este periódico sostienen que el Gobierno de António Guterres no cederá en su postura, al menos, hasta después de las elecciones generales marcadas para el próximo mes de octubre. Dichas fuentes consideran que las violentas reacciones del primer ministro al acuerdo ("Portugal no es una república bananera, y el Gobierno defenderá el interés nacional y la preservación de la dignidad del Estado") forman parte no sólo de la oposición a la denominada "invasión española", sino también de una "estrategia electoral, aprovechando los viejos fantasmas del antiespañolismo, que suelen ser muy rentables en las urnas".
Bajo control
Por su parte, el financiero António Champalimaud reconoció al semanario Expresso que está dispuesto a revisar su acuerdo, siguiendo algunos de los deseos del Gobierno portugués, pero rechazó tajantemente "cualquier hipótesis de negociar con el Banco Comercial Portugués (BCP), que dirige Jorge Jardim Gonçalves", quien mantiene su oferta de compra sobre la aseguradora Mundial Confiança, cabecera del Grupo Champalimaud, y los bancos Pinto & Sotto Mayor y Totta & Açores.El financiero luso afirma que podría concertar con el BSCH la puesta en marcha de una oferta de compra para su grupo por parte de la entidad española, lo que acabaría con todo el conflicto. Sin embargo, Champalimaud afirma que no ha llegado a ese punto ni quiere, puesto que desea mantener su entramado financiero bajo control portugués, tal y como se ha comprometido en su acuerdo con el BSCH.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Inversiones extranjero
- Antonio Champalimaud
- Antonio de Sousa Franco
- Emilio Botín
- Consejo administración
- Declaraciones prensa
- Grupo Champalimaud
- Gestión empresarial
- Grupo Santander
- Portugal
- Comercio internacional
- Relaciones económicas
- Europa occidental
- Política exterior
- Comercio
- Gobierno
- Gente
- Banca
- Administración Estado
- Eventos
- Empresas
- Europa
- Economía
- Administración pública
- Finanzas