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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Dueños y perros

LOS ACCIDENTES provocados por perros potencialmente agresivos o expresamente adiestrados para el ataque son tan reiterados que el Gobierno ha decidido no esperar más tiempo para tomar cartas en el asunto. Apenas cinco meses después de que un dogo argentino, al que su dueño sacó a la calle suelto y sin bozal, atacase hasta matarle a un niño de cuatro años en la localidad mallorquina de Inca, un rottweiler degollaba a una niña de tres años en el jardín del chalé de su familia próximo a Valencia. Pero hay constancia de que en este corto periodo de tiempo se han producido más ataques de este tipo, aunque no tuvieran ese resultado fatal. Urgía, pues, una norma general sobre la posesión de animales potencialmente peligrosos que pusiera coto a una amenaza que ha alcanzado rango de alarma social.El proyecto de ley de tenencia de animales peligrosos aprobado por el Consejo de Ministros no se centra tanto en los animales como en las personas que los poseen. No se trata, pues, de una ley de perros, ni siquiera de una ley de animales peligrosos, sino más bien de una ley que pretende controlar a sus potenciales dueños. Con esta ley, quien quiera poseer un perro o cualquier otro animal que se considere de riesgo deberá demostrar su capacitación psicológica, como sucede para obtener el carné de conducir o una licencia de armas, no tener antecedentes penales, y haber formalizado un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros.

El proyecto de ley elude establecer a priori una lista de razas peligrosas. Sin embargo, en el reglamento de la ley figurará el elenco de ejemplares caninos, incluidos dentro de una tipología racial, que, por sus características, deban ser reputados potencialmente peligrosos. De estos ejemplares deberá llevarse un registro sobre su procedencia, historial y sucesivos propietarios.

¿Bastará esta ley para cortar de raíz el riesgo grave que en la sociedad actual genera la posesión cada vez más extendida de animales potencialmente peligrosos entre ciudadanos no preparados, incapaces o irresponsables, y que incluso son utilizados por sus dueños con claros propósitos intimidatorios contra las personas? En otros países, como en Francia, se ha optado por una condena en toda regla mediante la eliminación progresiva, en un plazo de 10 años, de los 20.000 ejemplares existentes de la raza pitbull, responsables en gran medida de la docena y media de muertes de niños y ancianos causadas en los ocho últimos años por perros de ataque. Sin llegar a esos extremos, la ley española puede bastar a condición de que se cumpla. Muchos de los accidentes graves habidos en estos años podrían haberse evitado si los dueños de los perros causantes de los mismos los hubieran llevado atados y con bozal, como establecen las ordenanzas municipales. La suficiencia de esta ley de tenencia de animales peligrosos depende de que los dueños de este tipo de animales la cumplan. Y de que las autoridades públicas la hagan cumplir.

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