China arremete contra Taiwan y la secta Falun Gong en el Día del Ejército

China celebró ayer el Día de las Fuerzas Armadas con grandes elogios de los medios de comunicación oficiales a la "invencibilidad" del Ejército Popular de Liberación (EPL) y de renovados ataques contra el "degenerado" presidente de Taiwan, Lee Teng-hui, y la secta Falun Gong. El ministro de Defensa chino, Chi Haotian, dijo incluso que su país está preparado para aplastar los movimientos separatistas. Las palabras del ministro son claras: Taiwan no debe subestimar en absoluto "nuestra postura contra su independencia", en referencia a las declaraciones del presidente taiwanés, Lee Teng-hui, en las que ponía en duda la existencia de una sola China al asegurar que las relaciones entre ambos debían ser "de Estado a Estado". China considera a Taiwan como una provincia renegada desde que obligó a los nacionalistas del Kuomintang a exiliarse a la isla, en 1949. "El EPL se encuentra preparado para defender en cualquier momento la soberanía e integridad territorial de China, y para aplastar todo intento de dividir la patria", dijo Chi, que además de ministro de Defensa, es miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista Chino y vicepresidente de la poderosa Comisión Militar Central, órgano castrense que encabeza el presidente Jiang Zemin. Dentro de este ambiente de tensión, la Marina china detuvo la noche del viernes, bajo acusación de contrabando, a un mercante taiwanés cuando éste navegaba por aguas del estrecho de Formosa con suministros y vituallas para los militares de la isla taiwanesa de Matsu. Las explicaciones dadas por Pekín sobre este incidente no satisfacen a Taiwan, que ayer lo calificó de acto de piratería. El Diario del Pueblo, el órgano oficial de expresión del Partido Comunista, tilda de "degenerado" al presidente taiwanés y califica de "batalla política" la lucha contra la secta Falun Gong. Mientras, dos fundadores del prohibido Partido Demócrata Chino serán juzgados a partir de hoy en Pekín. Se enfrentan a penas de, al menos, diez años de prisión.