Fomento quiere que la B-30 sea gratuita antes de las elecciones

El Ministerio de Fomento ha aceptado la idea, propuesta por el PP de Cataluña, de imitar al Gobierno catalán y concentrar la rebaja de peajes en unos pocos puntos en lugar de aplicarla de forma lineal, y quiere hacerlo antes de las elecciones autonómicas. La primera idea de Fomento era aplicar una reducción lineal a todos los kilómetros de sus autopistas pero ahora admite concentrar el coste que esto supondría en liberar de peaje el tramo de la A-7 paralelo a la B-30, que pasaría a ser totalmente gratuito.

El pasado mes de abril, el Gobierno central aprobó un paquete de medidas tendentes a contener los repuntes de la inflación. Entre ellas figuraba la rebaja de un 7% en los peajes de las autopistas. El porcentaje no es arbitrario, es el mismo que pagan los usuarios en concepto de impuesto de valor añadido (IVA). El Gobierno sopesó la posibilidad de suprimirlo y reducirlo a cero, pero ante la perspectiva de tener serias dificultades con la Unión Europea, contraria a la medida, optó por una reducción a la sombra, es decir, las concesionarias aplican el descuento y el Gobierno las compensa por ello. El Gobierno de Jordi Pujol, sin embargo, utilizó la medida para rebajar algunas de sus autopistas, que no habían aplicado aún reducción ninguna. El sistema empleado fue tomar la cantidad global (unos 2.000 millones que recibirá del Gobierno central) y concentrarla en lugar de repartirla linealmente. El primer resultado es la rebaja en la autopista Terrassa-Manresa, con reducciones en los días laborables y no en los festivos. La misma norma se negocia para el tramo Castelldefels-Sitges de la A-16 y los túneles del Cadí. De las autopistas dependientes de la Generalitat, quedarán fuera de la rebaja la A-19, que ya aplica un peaje blando, y el tramo Sitges-El Vendrell de la A-16. El PP propuso en la comisión de peajes que se optara por hacer lo mismo en las autopistas dependientes del Gobierno central que ya han aplicado descuentos a cuenta de la prolongación del tiempo de peaje aprobada el pasado otoño. La propuesta ha sido ahora aceptada por el Ministerio de Fomento, que desea que entre en vigor antes de las elecciones autonómicas de otoño. El tramo en cuestión es el de la A-7 que tiene el peaje a la altura de Sant Cugat. Ese tramo es ya el más barato por kilómetro de todos los existentes en Cataluña, pero sigue concentrando mayor número de conductores en los laterales gratuitos (B-30) que en las calzadas centrales de pago. El peaje de este tramo no sólo repercute en la mayor densidad de los laterales, sino que incluso influye en el tráfico de la propia ciudad de Barcelona, ya que muchos conductores, especialmente de camiones, optan por utilizar las rondas, en las que no se paga, en lugar de la B-30, que tiene una altísima densidad de circulación. El resultado es el incremento de vehículos en las rondas barcelonesas y, como consecuencia, en las propias calles de la ciudad, ya que los colapsos de las vías rápidas disuaden a los conductores de circular por ellas. El Ayuntamiento de Barcelona ha reiterado una y otra vez que la B-30 actúa como calle de la Barcelona metropolitana y que su gratuidad es inaplazable.