UNA PINTA Y UNA OREJA
Los empleados de los pubs británicos no deben saber únicamente tirar bien una cerveza. Otra condición es la de ser capaces de escuchar atentamente a los clientes. Al menos eso opina una cadena de cafeterías, que ha propuesto a sus 1.700 franquiciados que sigan cursos de psicología para rebajar las tensiones de los consumidores. "Las personas acuden a menudo a beber a un pub para calmar sus angustias, tras haber roto con la novia o discutido con los amigos", y los empleados pueden ayudarles, afirma un responsable del proyecto. "Muchos de nosotros debemos enfrentarnos a menudo a niveles de tensión crecientes. Ésta podría ser una solución a los pequeños problemas con los que se encuentran nuestros clientes", considera Cary Cooper, profesor de Psicología en la Universidad de Manchester, que ha participado en el programa.- ,
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