Los cursos de Guardamar advierten sobre el negocio de la ayuda internacional

La Universidad de verano de Guardamar muestra en el seminario Cómo poner en marcha un proyecto de cooperación internacional en Centroamérica, los problemas derivados del asistencialismo a los países del tercer mundo, y que pueden acabar en el denominado como neocolonialismo humanitario. Hasta el próximo 24 de julio, alumnos de Argelia, Marruecos y España tomarán una conciencia crítica sobre el fenómeno.

"La utilidad" debe de ser uno de los pilares fundamentales en los que basar la creación de un proyecto humanitario, según el director del seminario, Aitor Urkiola, experto en ayuda internacional. Parece sencillo, pero no siempre se da esa premisa. En ocasiones, según los expertos, se destinan cuantiosos fondos para la creación de infraestructuras que en poco tiempo se demuestran innecesarias o inútiles para la subsistencia o el desarrollo de una población. Sobre la necesaria financiación de los proyectos, Urkiola asegura que la aportación privada "ofrece más libertad" que la pública, ya que no responde a los criterios políticos utilizados por los países que sufragan proyectos de solidaridad. Por contra, los expertos advierten sobre la "escalada privatizadora" que se está produciendo en los asuntos humanitarios con la entrada en el "negocio" cooperador de empresas del sector de los alimentos o el transporte. El Fondo Monetario Internacional, para Urkiola, implanta una política de ajuste en todos los países del tercer mundo que se ven obligados a recortar los gastos sociales. Las ONG actúan, de esta manera, de "parche" ante la falta de hospitales y colegios. La cooperación internacional al desarrollo y la ayuda humanitaria han sufrido en los últimos años un crecimiento vertiginoso en España, y hay una "falta de coordinación". Hasta el próximo 24 de julio, alumnos de varios países del arco Mediterráneo estudiarán los mecanismos para conseguir que estas ayudas sean útiles.