_
_
_
_

Zaplana y Asunción eluden cuestiones clave de la política valenciana en su primer choque parlamentario

En su discurso de investidura, Eduardo Zaplana no concretó ni realizó propuestas nuevas sobre temas clave de la política valenciana, como la reforma del Estatuto, la composición de la Acadèmia de la Llengua o el futuro de Canal 9, si bien apeló al diálogo entre los partidos. Tampoco lo hizo el líder de la oposición, el socialista Antoni Asunción, quien reiteró sus críticas a la manipulación de la televisión valenciana. Eso sí, el primer debate parlamentario entre Zaplana y Asunción tuvo un invitado de excepción ajeno a ellos: Tony Blair. Ambos dirigentes intentaron apropiarse de la Tercera Vía del primer ministro británico.

Más información
Las promesas del reelegido presidente del Consell

El presidente de la Generalitat manifestó más tarde, en la réplica al líder de EU, Joan Ribó, su compromiso de defender ante la dirección nacional del PP la reforma del Estatuto. Así, públicamente, Zaplana dejaba entrever los obstáculos que ha puesto la cúpula de su partido -y también la del PSOE- para acometer tal reforma. Esta semana, el dirigente socialista Ramón Jauregui reconocía este extremo en una visita a Valencia. Pero el Estatuto apenas tuvo protagonismo en el debate entre Zaplana y Asunción. No mucho más tuvo Canal 9. A este respecto, se esperaba que el presidente de la Generalitat definiera, por fin, cuál es el futuro inmediato de la televisión valenciana: si se va a privatizar su gestión, como recoge el programa del PP, cuándo se llevará a cabo la medida y de qué forma. Zaplana prefirió centrarse en cuestiones más relacionadas con la proyeccción de la Comunidad Valenciana. Asunción, por su parte, insistió en que Canal 9 ha sido el instrumento clave "en la política de publicidad". Publicidad, autocomplacencia, triunfalismo, ocultación y diagnóstico errado de la realidad, ficción virtual y política antisocial fueron las principales expresiones que califican la actuación del presidente de la Generalitat estos últimos cuatro años, en atención a la intervención inicial del socialista. El campo semántico empleado por Zaplana fue muy distinto en su discurso de investidura. El titular del Consell, que lucía un perfecto bronceado, se vistió con el traje de estadista y apeló a las virtudes del consenso, el diálogo, la convivencia y la colaboración como los pilares básicos de la sociedad del bienestar. Estado de bienestar Asentada su defensa del estado de bienestar, Zaplana se adentró en las tesis que propugna la Tercera Vía propugnada por Tony Blair sobre la base teórica de Anthony Giddens. No en vano, fue el propio presidente del Gobierno, José María Aznar, quien reivindicó ya hace meses el reformismo del primer ministro británico y líder del partido laborista. Sin mencionar a ninguno de ellos, Zaplana fue desgranando ideas como la necesidad de "nuevas formas de gestión y de prestación de servicios, más ágiles, efectivas, adecuadas a la realidad", y de acabar con "la imagen anticuada de unas administraciones lentas", además de promover "la eficiencia, competencia y productividad". En suma, ante las "viejas concepciones", Zaplana invocó las "nuevas vías". En esta fase de la sesión parlamentaria de investidura, en ningún momento se escuchó en boca del presidente de la Generalitat la palabra privatización. Fue un discurso que, en ocasiones, daba la sensación de que, sin cambiar el receptor, podía ser otro su emisor, por ejemplo, el portavoz socialista. Es el debate ideológico de la lucha por conseguir el mayor espacio del centro reformista. En ese contexto referencial, sorprendió que en el discurso escrito del titular del Consell que fue entregado a los informadores apareciera una cita del pensador canadiense Charles Taylor, defensor del nacionalismo de Quebec y del comunitarismo y crítico, desde la izquierda, de muchos aspectos del liberalismo. En la tarima, Zaplana cambió el nombre del filósofo por un "alguien dijo" y pronunció la cita: "Lo que se puede esperar de una país democrático es que la gente diga "Nos sentimos bien, y esta es nuestra casa"". En el turno de réplicas, Zaplana se movió con mucha mayor soltura que Asunción, quien sin embargo se había mostrado firme durante los primeros 15 minutos de su primera intervención de 45 minutos, cuando intentó desmontar la positiva visión de la sociedad valenciana que había dado Zaplana aportando gran cantidad de datos, sobre todo de tipo económico, que indicaban que sí, que la economía ha crecido, el paro ha decrecido, pero en ambos casos por debajo de la media española, habiendo desaprovechado el gobierno de Zaplana una coyuntura muy favorable. Se notaba en esta parte del discurso la intensa preparación por parte del equipo socialista. Asunción se felicitó de que Zaplana asumiera parte del contenido de la tercera vía, pero señaló que sus palabras carecen de "credibilidad" por su acción de gobierno. En este sentido, recordó que para Blair es fundamental la educación para alcanzar la igualdad de oportunidades, mientras que la legislatura que acaba de concluir se ha caracterizado por la "política antisocial" del PP y por la desviación de recursos a la educación privada. Nada de la inclusión social que propugna Giddens, añadió Asunción, quien en un momento dado esgrimió en la tarima de oradores el libro La tercera vía del sociólogo británico como dando por sentado que tenía bien aprendida la lección. El líder socialista titubeó al final de su primera intervención y achacó a la falta de tiempo el no poder exponer todas sus propuestas. Reiterar la campaña Entonces Zaplana se aprestó en su primera réplica a concederle más tiempo al líder socialista con posterioridad. El titular del Consell descalificó el discurso de Asunción por cuanto reiteraba el contenido de la campaña electoral y defendió el criticado modelo de hospital de Alzira. "Veo que también ha leído la La tercera vía", señaló Zaplana sin que en ningún momento se produjese un debate sobre el contenido de ésta. El titular del Consell incidió en su defensa del sistema público, que ejemplicó con las inversiones efectuadas. Asunción insistió en su argumentación en el siguiente turno. Criticó la manipulación de Canal 9 y reprochó irónicamente a Zaplana su "tentación de dirigir también a la oposición". Luego se refirió al funcionamiento democrático del PSPV frente al PP, lo que provocó las risas generalizadas en los escaños de los populares, conocedores de la difícil situación por la que atraviesan los socialistas valencianos. Zaplana inició su réplica final en un tono abrupto. Aludió a que estaba cansado de "soportar" siempre la "visión folclórica" del PSPV durante toda la legislatura, desafió a los socialistas a que presentaran un nuevo modelo de televisión y acabó recordando una párrafo del manifiesto firmado por Blair y Gerhard Schroeder sobre la necesidad de combatir un sistema público burocratizado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_