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El consistorio derriba 40 chabolas de un poblado con permiso judicial

Las 40 chabolas del poblado del Cerro de las Liebres (Fuencarral), que no figuraban en ningún censo oficial, quedaron ayer reducidas a escombros. El Ayuntamiento de Madrid ordenó el desmantelamiento de esas infraviviendas con el respaldo de la preceptiva orden judicial. Las familias que ocupaban las infraviviendas se quedaron en la calle. Apenas unas horas después del derribo, muchos levantaban de nuevo su chamizo. El poblado del Cerro de las Liebres tiene 75 familias censadas que viven en módulos prefabricados. En torno a los módulos comenzaron a levantarse hace tiempo nuevas favelas. "Son chabolas que se van anexionando al poblado marginal, construcciones ilegales que surgen del crecimiento natural del poblado", explicó ayer la edil de Servicios Sociales, Beatriz Elorriaga, del PP. Las máquinas municipales se encargaron ayer de derribar los chamizos desde primera hora de la mañana.

Enriqueta Bruno Silva, de 64años, con 37 nietos, vestida de negro, incluido el pañuelo que llevaba en la cabeza, se quejaba ayer: "Llevo 11 años viviendo aquí, y ahora me han tirado la chabola. Nos hemos quedado en la calle, entre las ratas. ¡Nuestra vida es peor que la de los perros!". Uno de sus hijos levantaba a su lado la estructura de una futura chabola. "Ya ve usted, aquí vamos a pasar la noche, entre cuatro paredes, para que no nos muerdan las ratas", explicó.

Una lona por techo

"Así nos hemos quedado, con una lona por techo y sin una madera para levantar un chamizo porque se las están llevando en camiones. Nos han botado a la calle, como a un perro que le tiran en la cuneta desde un coche", lamentaba Emilio Feligrana, de 33 años, casado y con cinco hijos. Su mujer estaba sentada junto a él, rodeada de escombros, con las máquinas del Ayuntamiento trabajando a apenas 10metros. El menor de sus hijos, Jesús, de 14 meses, no dejaba de mamar. "Ya nos habían advertido hace unos 15 días de que iban a venir a derribar las chabolas. Y hoy [por ayer] ha llegado la polícía y nos ha dicho que desalojáramos, que las iban a tirar", reconoció ayer Feligrana. "¡No hay justicia! A los rumanos de Fuencarral les han dado alojamiento, comida, medicinas, y a nosotros, que somos de aquí, nada. Ni un solo trocito de tierra donde ponernos", se lamentaba.

El desmantelamiento de las chabolas surgió por una denuncia de la Junta Municipal de Fuencarral presidida por el PP. La Junta remitió un escrito en el que advertía al antiguo Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada (actual Instituto de Realojamiento de Integración Social) de que se estaban levantando chabolas no censadas en el poblado. El consorcio trasladó la denuncia a los juzgados y el expediente se ha resuelto con la orden judicial que autorizaba ayer el derribo.

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