El temor a una crisis en Argentina provoca la caída generalizada de las bolsas
El fuerte retroceso del 8,6% de la Bolsa de Buenos Aires, el lunes, reavivó ayer los temores a una nueva crisis latinoamericana que provocó la caída generalizada de los mercados internacionales. El primero en recibir el impacto negativo fue Brasil, cuya Bolsa cayó el lunes un 2,05% y su moneda se depreció un 3,15%, de 1,75 reales por dólar a 1,91. Ayer le tocó al resto de los mercados. Madrid cayó un 1,67%; Londres, un 1,53%; Francfort, el 1,38%, y Tokio, un 0,51%. El retroceso del mercado bonaerense fue causado por el temor a que Argentina no pueda cumplir con sus pagos de la deuda externa.
El retroceso del 8,6% de la Bolsa argentina el lunes pasado fue el mayor desde la crisis del real en Brasil, a principios de este año. Y ese recuerdo ha bastado para que ayer todos los principales mercados del mundo, y muy especialmente el de España, por su fuerte presencia financiera en este país y en la región latinoamericana, cerraran una jornada de retrocesos generalizados. México y Venezuela también sufrieron el lunes el impacto de la tormenta argentina, con retrocesos del 2,03% y 1,18%, respectivamente, en sus bolsas. Sin embargo, ayer se produjo una recuperación y Buenos Aires registró un avance del 4,59%, São Paulo del 0,27% y México del 1,30%, mientras que Venezuela perdía un 0,25%.
La Bolsa de Madrid cayó un 1,67% arrastrada por un retroceso del 1,87% del índice Ibex 35. Los bancos y empresas españolas con mayor presencia en América Latina sufrieron fuertes retrocesos. El BBV retrocedió un 1,95%; el BSCH, un 2,25%; Telefónica, un 2,11%; Endesa, el 1,43%, y Repsol, un 2,42%. La petrolera española ha sufrido un golpe 20 días después de haber cerrado la operación de compra de la argentina YPF. El presidente de Repsol, Alfonso Cortina, de visita en Argentina, se apresuró a declarar ayer su "gran confianza" en la economía del país, comentario previsible tras haber invertido algo más de dos billones de pesetas.
Con la misma tendencia que Madrid, el resto de las bolsas europeas registraron pérdidas. Francfort retrocedió un 1,38%; Londres, el 1,53%; París, un 1,45%; Milán, un 1,55%; Amsterdam, el 1,05%; Zúrich, un 1,55%, y Moscú, un 3,28%.
Mensajes desafortunados
Las pérdidas fueron un poco atenuadas debido a que la Bolsa de Nueva York, que abrió con un retroceso de 100 puntos, se repuso casi inmediatamente y al cierre de la sesión tenía un retroceso de sólo 25,9 puntos, el 0,23%. En Asia, sus principales mercados, los de Tokio y Hong Kong, retrocedieron un 0,51% y un 0,58%, respectivamente. La fuerte caída de la Bolsa de Buenos Aires del lunes se atribuyó al temor del mercado a que Argentina no pueda hacer frente al pago de su deuda externa. Este temor surgió a raíz de unas declaraciones de Eduardo Duhalde, actual gobernador de la provincia de Buenos Aires y candidato a la presidencia del país para las elecciones de octubre próximo por el Partido Justicialista (peronista), del que también procede el presidente, Carlos Menem. Duhalde también fue vicepresidente argentino durante un tiempo, durante la primera legislatura de Menem.
Duhalde dijo hace dos semanas que si resulta elegido planteará una condonación parcial de la deuda argentina; más tarde se retractó y, durante el fin de semana, volvió sobre el tema diciendo que pediría al Vaticano una intervención para amortiguar el efecto de la deuda exterior latinoamericana.
Estas declaraciones, sumadas a rumores de una posible renuncia del ministro de Economía, Roque Fernández, relacionada con las presiones que sufre por negarse a financiar los 32.700 millones de pesetas que necesita el organismo público de asistencia médica para jubilados (PAMI), bastaron para que todo se fuera al garete. Expertos españoles como Jorge Blázquez, del BBV, y Elvira Montañés, de Analistas Financieros Internacionales, entre otros, coincidieron en afirmar que declaraciones como las de Duhalde seguirán provocando turbulencias financieras en Argentina y en el resto de la región, por lo menos hasta las elecciones de octubre. El propio ministro Fernández lo reconoció en una entrevista publicada ayer por La Nación.
Por su parte, el presidente Menem declaró que la economía argentina es "sólida", en referencia a que podrá hacer frente a los pagos de su deuda, que asciende a 22,8 billones de pesetas.
Montañés afirma que con el respaldo de un crédito de 460.000 millones de pesetas que el FMI mantiene desde diciembre de 1997 para Argentina, poco hay que temer. No obstante, la situación argentina es mala. Según el BBV, los rumores acerca de una devaluación se han atenuado pero no han desaparecido. La economía es hoy un 20% menos competitiva que antes de la crisis del real. En el primer trimestre, el PIB descendió un 3% interanual, y para todo 1999 se prevé entre un 2,5% y un 2,9% negativo.
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