La oposición se lanza a lo que parece una larga batalla contra Milosevic
La oposición contra el presidente Slobodan Milosevic se ha embarcado en lo que, según casi todos los indicios, parece una larga marcha para conseguir el cambio de régimen en Yugoslavia. A trancas y barrancas, los distintos grupos de oposición, agrupados en una Alianza para los Cambios, tratan de organizar manifestaciones en provincias -a las que acuden unos miles de personas-, recogida de firmas en Belgrado y simulacros de consulta popular.
La recogida de firmas para pedir la dimisión de Milosevic empezó ayer, a las once de la mañana, en 29 puntos de Belgrado. La acción duró apenas media hora. Ese espacio de tiempo le bastó a la policía para cerrar todos los tenderetes, menos uno en el barrio de Zemun. Inspectores de policía, acompañados de agentes uniformados, impartieron órdenes verbales a quienes recogían las firmas de que pusieran fin a su acción. Se cumplió la orden sin rechistar mucho. Sólo argumentaron los opositores que el acto había sido notificado y que la prohibición exige una orden escrita. Todo se zanjó sin que la sangre llegara al vecino Danubio. La policía se llevó detenido a Marko Durisic, jefe del Partido Demócrata (DS) del barrio de Nuevo Belgrado, pero quedó en libertad tras un par de horas en comisaría, para lo que los guardianes del orden llaman en Serbia una "conversación informativa". Los organizadores de la recogida de firmas se mostraron satisfechos de lo conseguido y anunciaron su intención de repetir hoy su acción y de ofrecer más resistencia a la policía con el argumento de que no existe base legal para impedirla. En la escasa media hora de ayer, dijeron haber recogido más de 1.000 firmas.
Las manifestaciones contra Milosevic y su régimen se celebran casi a diario en provincias. [Anoche mismo, tres policías resultaron heridos en un enfrentamiento con opositores de Valjebvo (80 kilómetros al suroeste de la capital), según recogía la agencia France Press]. Sin embargo, la alternativa en la plaza de Belgrado parece que se demorará hasta mediados de agosto. Al menos, ésta es la fecha que ha mencionado Zoran Djinjic, presidente del DS, que forma parte de la Alianza para los Cambios. La oposición trata de medir sus fuerzas en el interior del país, antes de arriesgarse a un fracaso en Belgrado. Bajo el lema "¡Abajo Milosevic!", unas 4.000 personas, según dos periódicos independientes, se reunieron en la pequeña ciudad de Kikinda, en Voivodina, a unos 120 kilómetros al noreste de Belgrado.
La manifestación se celebró el domingo a las ocho de la tarde. El joven presidente del partido Alianza Civil de Serbia (GSS), Goran Svilanovic, saludó a los presentes con la frase "¡Buenos días, Kikinda! ¡Buenos días, Voivodina!". Svilanovic, que hasta hace poco llevaba el uniforme militar por haber sido movilizado, justificó su anacrónico saludo y dijo: "No se trata de un error, porque lo que para nosotros es el amanecer, para él es anochecer".
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