_
_
_
_
_

El juicio que se suspendió por falta de jueces se celebrará en septiembre

La Sección Séptima de la Audiencia de Barcelona acordó ayer señalar, para el próximo 14 de septiembre, el juicio que se suspendió por falta de jueces el pasado martes y que ha provocado una gran polémica. Ese día, el tribunal señaló la vista para el 9 de febrero del año 2000, lo que fue criticado duramente por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Guillem Vidal, y por la consejera de Justicia de la Generalitat de Cataluña, Núria de Gispert, quien instó a los magistrados a rectificar y señalar la vista por la tarde, si es que estaban ocupados durante las mañanas. Vidal, que prosigue sus dilegencias para aclarar lo sucedido, sostiene ahora que, según sus primeras impresiones, el juicio no se suspendió por falta de jueces.

Finalmente, el inicio del juicio se ha señalado para las 13.30 del 14 de septiembre. Tras la declaración de Jorge B. G., acusado de ocho delitos de abusos sexuales, entre ellos una violación, la vista se reanudará por la tarde, con la declaración de los 20 testigos y los dos peritos. El fiscal solicita penas que suman 34 años de prisión para el acusado.

Réplicas a la consejera

Las críticas de la consejera, en las que acusaba a un sector de la judicatura de falta de sensibilidad social y de no trabajar por las tardes, fueron replicadas ayer con gran dureza por la judicatura. Los magistrados fueron unánimes en señalar que durante las mañanas celebran los juicios y que dedican las tardes a estudiar los casos y dictar sentencias. El presidente de la Sección Séptima, Fernando Pérez Máiquez, calificó las críticas de De Gispert de "gratuitas y desafortunadas" y recordó que ese tribunal dicta al año una media de 1.200 sentencias y 600 autos resolutorios definitivos. La estadística oficial del año pasado indica que esa sección señaló 557 vistas y celebró 385, lo que supone que se suspendió el 30,9%.

Por su parte, Daniel de Alfonso, portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y ponente de la sentencia del caso, afirmó: "No se puede ni se debe dar la imagen a la ciudadanía de que los jueces están desocupados, porque todos trabajamos por las tardes". En su opinión, las palabras de De Gispert "demuestran un gran desconocimiento de cómo funciona la administración de justicia".

Más contundente fue el juez Pedro Martín, presidente de la Sección Segunda y portavoz de la asociación judicial Francisco de Vitoria. "Parece que los magistrados no tenemos derecho a la vida personal y familiar", dijo. Según Martín, "la sensibilidad del poder judicial y su compromiso profesional debería servir de modelo a otros colectivos como el de los políticos, los bomberos o los médicos".

Por su parte, la asociación progresista Jueces para la Democracia emitió un amplio comunicado en el que afirmaba: "Duelen determinadas afirmaciones poco meditadas del poder ejecutivo". Esta organización es la única que censura el aplazamiento inicial del juicio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_