Cigalas
Estos crustáceos se pueden tomar al natural, a la plancha y a la sal. Esta preparación es poco frecuente, pero, en Motril, Paco consigue su mejor sabor. También se pueden preparar en casa. No es difícil. Te haces de los avíos, plancha, sal y, lógicamente, las cigalas. Plancha y sal, que debe ser gorda, no tiene complicaciones. Las cigalas son otro cantar. Dos posibilidades. Una, el mercado. Eliges las que estén sonrosadas y ojos mezcla Banderas y Peter O"Toole, sacas del bolsillo unas 18.000 por kilo -se recomienda medio, salvo que tengas mucha sal- y pagas. Otra, aguardas a que Ramírez, oficial de juzgado marbellí, organice unas jornadas jurídicas y te inviten. Inconvenientes: no puedes elegir cómo te comes las cigalas y puede que no te inviten. ¿A cuente de qué viene esto?. Por lo pronto sabemos preparar unas cigalas. Por lo tarde, porque Félix Bayón contaba la semana pasada que, en una cena, a la que asistió la ministra de Justicia y 18 más, gastó el Ayuntamiento marbellí 65.800 en cigalas, amén de caviar iraní y vodka ruso. Hubo críticas y la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) salió al paso. Estas atenciones con magistrados son normales. No, lo que es normal es que la Justicia -y sus jueces- no la violentan cuatro cigalas. Como es normal, sobran las explicaciones gastronómicas, por mucho que la ministra estuviera afiliada a la APM y José Luis Manzanares, amigo de la familia Ramírez y también afiliado, ostentará la vicepresidencia del Consejo General del Poder Judicial. Tres años después siguen siendo necesarias, pero otras. La Sala de Gobierno del TSJA está compuesta por magistrados de la APM. Ocupa una posición de privilegio para pedir que se den a conocer -si las hay- las razones por las que ni el CGPJ, ni los tribunales, saben poner término a una situación que está denunciada desde los tiempos del marisco y ministerio fiscal -Cardenal aparte- y grupos políticos -GIL aparte- manifiestan que está ocasionando un daño grave al estado de derecho. También para exigir a los órganos de gobierno del TSJ que den explicaciones de lo que sucede con la Justicia en esta comunidad. Las otras, las de las cigalas, estaban tirás.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.