Pinochet pagará una mínima parte de los gastos de apelación en Londres

El general Augusto Pinochet perdió la batalla en su defensa del derecho a la inmunidad por haber sido jefe de Estado, pero un elevado porcentaje de la factura legal correrá a cargo del contribuyente británico. Las costas de las cuatro principales vistas de apelación, en el Alto Tribunal de Londres y, posteriormente, en la corte suprema de los lores, se estiman entre los cinco y seis millones de libras (entre los 1.250 y 1.500 millones de pesetas); de esta cantidad, el exdictador chileno podría tener que pagar en torno a los 400 millones de pesetas. La distribución de las costas entre las partes implicadas -la fiscalía británica, en representación del Gobierno español, y la defensa de Pinochet- se dio a conocer ayer en un fallo de los siete jueces lores.

España no incurre en gasto alguno en virtud de los acuerdos internacionales en materia de extradiciones. La demanda de extradición responde a las diligencias del juez Baltasar Garzón sobre los presuntos crímenes de tortura, asesinato y detención ilegal cometidos durante los 17 años del régimen de Pinochet en Chile. De las cuatro vistas consideradas por los lores, Pinochet deberá correr con los gastos de su propia defensa en dos instancias: la vista inicial, el pasado octubre, y la última sesión de los lores, que concluyó en febrero de 1999. El juez lord Bingham, del Alto Tribunal, le concedió la inmunidad por su condición de exjefe del Estado y del Gobierno chileno. La sentencia del juicio final de los lores, pronunciada en marzo, negó a Pinochet la inmunidad soberana respecto a los crímenes de tortura y conspiración para torturar cometidos a partir de diciembre de 1988.

El fallo de ayer permite a Pinochet recuperar prácticamente la totalidad de las costas incurridas en la apelación de diciembre. Entonces, la sentencia original de cinco lores, en contra de la inmunidad soberana, quedó anulada en función a la relación del juez Lord Hoffmann con Amnistía Internacional.

Con fondos públicos británicos se afrontan las costas incurridas por Pinochet en la apelación de la fiscalía, de noviembre de 1998, a la sentencia de lord Bingham. La fiscalía corre, en este caso, con sus propios gastos.

El general chileno se encuentra en libertad bajo fianza en condiciones semejantes al arresto domiciliario. Al margen de los costes legales, Pinochet debe afrontar los gastos de su alojamiento en Inglaterra. El alquiler de la mansión de Surrey, donde está recluido desde diciembre, se estima en unas 10.000 libras mensuales (unos 2,5 millones de pesetas), que, de acuerdo con sus partidarios, paga puntualmente la Fundación Pinochet.