"Tan peligroso y tan malo es ser un partido doméstico del PP como del PSOE"
El muñidor del pacto municipal de Sevilla por parte andalucista, Alejandro Rojas-Marcos, descarga el peso del fracaso con el PP en su antigua socia, Soledad Becerril. Pregunta. El PP dice que ustedes son un simple apéndice del PSOE. ¿Le preocupa que esta idea cuaje entre la gente? Respuesta. No. Si así fuera, querría decir que después de ocho años con el PP habríamos dado la impresión de ser un apéndice del PP y eso no es así. P. ¿Corren el mismo riesgo pactando con el PP que con el PSOE? R. Hay riesgos diferentes derivados de la naturaleza de esos partidos, que no son iguales. Tan peligroso y tan malo es ser partido doméstico del PP como del PSOE. Somos un partido libre y soberano, que podemos pactar con quien se considere conveniente en el momento en que se considere conveniente. P. El PA ha logrado un gran avance a nivel autonómico. El único sitio con retroceso ha sido Sevilla. ¿Se siente especialmente responsable del revés? R. Soy el número uno de la lista y los resultados de Sevilla no han sido buenos, luego alguna responsabilidad debo tener en ese asunto. No podemos olvidar que en Sevilla el Partido Andalucista estaba en unos niveles muy altos y difíciles de mantener, obtenidos desde la alcaldía en el año 95, ante un PP gobernando en Madrid y un PSOE gobernando en Andalucía. P. ¿Qué errores han cometido? R. No hemos sabido comunicar lo que ha hecho el PA. La gestión andalucista en ocho años de gobierno es brillantísima. Nadie que la conozca la pone en duda. Por una parte no lo hemos sabido comunicar, por otra parte esto ha ido en beneficio del Partido Popular, que ha capitalizado nuestro trabajo. Hemos trabajado por cuenta ajena. P. ¿Y cómo van a neutralizar el riesgo de que se repita con los socialistas? R. Vamos a esperar del PSOE y de Monteseirín una actitud más correcta que la que tuvo Becerril, que, en el colmo, durante la campaña llegó a presumir de logros concretos del PA. Espero que Monteseirín no haga ese juego político. Además, y lo hemos dicho al PSOE desde el primer momento, el PA va a subrayar y remarcar sus ámbitos para que los ciudadanos lo sepan. P. Eso parece chocar con lo que repite el alcalde, que habla de un solo gobierno y de una gestión compartida, y no de una bicefalia. R. Son matices diferentes. Alcalde solamente hay uno. Monteseirín dice que va a hacer lo que yo estuve cuatro años recomendándole y exigiéndole a Becerril que hiciera y no supo hacer. Por tanto, el que lo haga me parece magníficamente bien. Dicho eso, esto es un solo gobierno pero de dos partidos y, por tanto, los ciudadanos sabrán captar qué hace en sus áreas el Partido Socialista y qué hace el Partido Andalucista. P. O sea que no van a renunciar a su autonomía de gestión. R. Nos atenemos a la ley y a la norma... La experiencia con el PSOE la tenemos en la Junta, todo el mundo sabe quién es el responsable de Turismo. Eso no pone en cuestión que haya un gobierno y que al presidente de la Junta le corresponde liderar. P. ¿Reclamó usted la sociedad Metro de Sevilla o fue una propuesta socialista? R. Durante mucho tiempo hemos venido diciendo que no habría pacto político en Sevilla que no pasara por el metro. En función de eso, fui yo concretamente el que puso encima de la mesa como condición para el pacto el tema del metro. Se lo planteé a Chaves y lo aceptó. P. ¿Se lo plantearon al Partido Popular? R. Con el PP no se llegó a una negociación en detalle, no pasamos de la filosofía. Se le planteó que era conveniente un gran proyecto, y uno de los que se habló fue el metro. Pero con el PP quedamos bloqueados en la discusión de la filosofía. Una de las claves del entendimiento con el PSOE y una de las razones por las cuales no seguimos avanzando con el PP es que Becerril se negaba a que aquello fuera un gobierno de coalición con dos partidos nítidamente diferenciados, mientas que el PSOE aceptó eso desde el primer momento. P. ¿El único obstáculo del PP fue Soledad Becerril? ¿O fue una escenificación porque ya habían decidido pactar con el PSOE? R. No, no, en absoluto. Si hubiéramos pensado que nos interesaba el PSOE, lo hubiéramos dicho públicamente. Estuvimos una semana entera en distintas conversaciones y reuniones con el PP. La gota que colmó el vaso fue la reunión con Becerril. Ella quería gobernar en solitario y se equivocó porque creía que pasaríamos a la oposición. El PP dice que el pacto estaba hecho y que fue una escenificación, pero ¿qué pueden presentar de lo que hicieron para arrancarnos del supuesto pacto ya hecho con el PSOE? No enseñan nada, lo demás son juicios de intención. En las últimas 12 horas, el PP se manifiesta dispuesto a todo. Unas horas antes de cerrar se caen los teléfonos ofreciendo el oro y el moro, pero yo no puedo sentarme en dos mesas a la vez. Sería un disparate. P. ¿Cree que ha habido falta de dirección política del PP en Andalucía? R. Yo pacté con Becerril dos gobiernos anteriores. Las dos veces, en la madrugada del último día, puso en gravísimo peligro el pacto. Becerril nunca quiso pactar con el PA. En el 91 aceptó porque estaba acordado con Aznar y en el 95 con Arenas. Se salvó porque el PA tuvo que optar entre la oposición y la gobernabilidad y optó por la gobernabilidad. Y esta vez, desde el primer día, les dije a Arenas y Martínez que no fuera a ocurrir lo mismo, se lo advertí noblemente. Al PA no le puede volver a pasar que vuelva a trabajar por cuenta ajena. Lo que ofrecía Becerril era un totum revolutum donde no se supiera dónde empezaba el PA y dónde el PP. Lo mezclaba todo, ponía unos concejales encima de otros. Quería la confusión del PP con el PA que tan buen resultado le había dado a ella y tan malo a nosotros. P. Pero es verdad que las cosas no eran como en el 95 en cuanto a resultados electorales. R. Hay cosas que teníamos antes y no tenemos. Tenemos seis concejales que pueden compartir una delegación y un distrito, pero no íbamos a exigir cosas que no fueran racionales. Por ejemplo, la alcaldía no estaba encima de la mesa porque no era razonable. No jugamos al chalaneo. Desde el primer día dijimos al PP: cultura, urbanismo y deportes. Lo demás han sido pelillos negociadores. Arenas y Martínez se equivocaron al remitir la negociación a Becerril, el PSOE no hizo eso. La llamada que recibo es del secretario general. Y las sentadas grandes han sido entre Chaves y yo, y al móvil, siguiéndolo todo minuto a minuto. Yo no entendí lo del PP, les vi faltos de profesionalidad, se comportaban como si no les interesara, aunque la actitud de Martínez y Arenas era positiva. La de Becerril, absolutamente negativa. P. Pero ustedes tienen ahora más capacidad inversora. R. Porque se ha estructurado el Ayuntamiento de una manera más racional, por ejemplo con las obras o en cultura, donde se ha separado educación. No ha sido tanto el cuánto sino el cómo, la estructura. Los ciudadanos la van a notar más eficaz. P. ¿Recibieron algún no del PSOE a lo que pidieron? R. Hemos estado negociando tres días. Esto no funciona como una carta a los Reyes Magos. Me llama Chaves al día siguiente de las elecciones para mostrar su disposición a negociar. Mi respuesta es que primero el PP. A partir de ahí el PSOE y el PA tienen una actitud responsable. Yo tardo una semana en hablar, mientras tanto Becerril está todos los días en los periódicos. Se acaba con el PP, empezamos con el PSOE, llamo a Chaves, y estamos muchas horas hablando y negociando, pero ahí no dices dame tres o toma cinco, hablas de la filosofía de gobierno y luego, en otro nivel, hay unas personas que le dan forma. Así se ha hecho. El PSOE lo ha hecho muy bien, mientras Becerril echaba arena en su propio engranaje. Ella creía que como llevábamos ocho años juntos teníamos que estar juntos para toda la vida. Se equivocó.
"Becerril creía que, como llevábamos ocho años juntos, teníamos que estar juntos para toda la vida"
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