Todos por el santo

Con las plazas hoteleras de la ciudad y todo su cinturón comarcal prácticamente ocupadas al 100%, las fiestas de San Fermín comenzarán a mediodía de hoy cuando la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina (UPN), prenda la mecha del tradicional txupinazo desde el balcón principal del Ayuntamiento. El centenario del nacimiento de Ernest Hemingway ha aumentado este año la atracción de extranjeros a la ciudad, que el premio Nobel de Literatura conoció por vez primera en 1923. Los hoteles, hostales, casas rurales y cámpings de Navarra se encuentran a rebosar de todo tipo de turistas, desde las clásicas y multitudinarias excursiones de mochileros organizadas para anglosajones (británicos, australianos y neozelandeses, sobre todo) procedentes de Londres y otros países centroeuropeos, hasta grupos de estadounidenses de clase media-alta atraídos por la figura del escritor y los encierros, latinoamericanos, japoneses o cientos de ejecutivos de empresas multinacionales afincadas en Navarra que aprovechan para conocer de cerca las fiestas. El Ayuntamiento, con un presupuesto de unos 250 millones, ha hecho un gran esfuerzo por reforzar la vertiente cultural de la fiesta. Además de una completa programación centrada en el Teatro Gayarre, tras su reversión al consistorio, ha dispuesto un amplio circuito de exposiciones y ha descentralizado al máximo por la ciudad los escenarios de las músicas y espectáculos nocturnos. El sistema pagado de estacionamiento rotatorio en superficie, vigente en el centro de la capital, ha quedado anulado hasta el día 20. Todos los cuerpos policiales han reforzado sus dispositivos de prevención y Pamplona está preparada para la invasión de visitantes tras haber peatonalizado el centro histórico donde se desarrolla la fiesta, vallado parques y jardines para evitar su conversión en improvisados campamentos y aumentado al máximo los equipos de limpieza de calles. Un año más no se celebrará el popular Riau-Riau, al haber decidido el Ayuntamiento que aún no se dan las circunstancias de normalidad política y ciudadana suficientes para garantizar su desarrollo en un clima de paz. Barcina aseguraba ayer que hoy previsiblemente va a tener "tantos nervios" como el pasado sábado, cuando fue elegida la primera alcaldesa de Pamplona.