El Ayuntamiento abandona la búsqueda del cuerpo de Velázquez

A las tres de la tarde del pasado viernes, la cuadrilla de obreros especializados que el Ayuntamiento de Madrid había puesto a disposición de los arqueólogos de la Comunidad para desenterrar la iglesia donde fue inhumado Diego de Silva y Velázquez en 1660, se despidió de sus compañeros de fatigas. El Ayuntamiento, después de tres meses de investigaciones, no les ha renovado el contrato por "agotamiento de la partida presupuestaria" destinada a estas labores (seis millones de pesetas), según la versión que ayer ofrecieron los responsables municipales. La Consejería de Cultura, que se ha visto obligada a parar las investigaciones, está molesta y anuncia que continuará en solitario los trabajos si el gobierno municipal no cambia de opinión. Desde el pasado 3 de mayo, obreros municipales y arqueólogos regionales trabajaban mano a mano en el desenterramiento de la iglesia de San Juan, en mitad de la céntrica plaza de Ramales, y en la búsqueda de los restos de Velázquez. Pero la inesperada retirada municipal ha paralizado los trabajos. El consejero de Educación y Cultura, Gustavo Villapalos, explicó ayer que la Comunidad está dispuesta a contratar a estos mismos trabajadores -pertenecientes a una empresa privada- para seguir con las investigaciones, que se encuentran actualmente en una fase decisiva.

Por su parte, el primer teniente de alcalde, Juan Antonio Gómez-Angulo, rehusó ayer dar su opinión con el argumento de que los operarios que trabajaban en Ramales dependen de la Concejalía de Obras. Por su parte, Elena Utrilla, recién estrenada edil de Obras, sólo afirmó que se había agotado la partida presupuestaria municipal destinada a estos trabajos y que tendría que "estudiar" con sus técnicos si el Ayuntamiento continuaba o no colaborando con la Comunidad.

El consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, ordenó a principios de mayo abrir la plaza de Ramales para desenterrar la iglesia de San Juan. El templo, que fue derribado entre 1809 y 1811, guardaba entre sus muros los restos de Diego de Silva y Velázquez, de los que se desconoce su destino final.

Cultura quiere desenterrar la nave central de la iglesia de San Juan con una tercera cata.

Desde hace años, Cultura trabaja en un espectacular y ambicioso plano del Madrid del Siglo de Oro, donde se detalla la situación de todos los edificios importantes de la época de Felipe IV. La iglesia de San Juan ocupaba hasta ahora un lugar concreto en ese plano, ya que era la parroquia del palacio de los Austrias. Pero esta ubicación ha tenido que ser modificada un par de metros porque las estructuras halladas bajo Ramales así lo demuestran. Las investigaciones arqueológicas actuales han demostrado también que la iglesia estaba unida por un subterráneo con otro edificio cercano, posiblemente el viejo alcázar, ya que este templo fue utilizado en época de la Reconquista como baluarte defensivo y necesitaba una salida de urgencia en caso de ataque enemigo.

Igualmente, se ha demostrado que en ella se enterró a casi medio millar de vecinos de aquel Madrid, incluidos los bufones de Felipe IV y los notables de la época. Ya ha vuelto a la luz un osario con tres cuerpos y dos cadáveres enterrados entre los muros del templo.

Todo esto se ha logrado con sólo remover y examinar lo que desecharon por inútil los arqueólogos de los años cincuenta. Los expertos actuales -con métodos analíticos más avanzados- tienen puestas sus esperanzas en hacer descubrimientos más espectaculares en la excavación de nave central, donde nunca antes un arqueólogo ha clavado su piqueta.