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El Ejército "toma" el Camino

El Ejército ha tomado el Camino de Santiago. Al menos en Roncesvalles, la puerta peninsular de esta vía medieval europea, donde ha construido un gran campamento que dará alojamiento a más de ochocientas personas. Es la única solución para "un fenómeno social imparable que cada año va a más", en palabras del prior de la Colegiata de Roncesvalles, Jesús Labiano, en referencia al aumento del número de peregrinos. Los albergues e infraestructuras del Camino a su paso por Navarra no dan abasto. Si en todo el año 1998 fueron 15.000 los caminantes que lo atravesaron, en apenas seis meses del presente año, el último año santo compostelano del milenio, esa cifra se sitúa ya en 9.000 peregrinos oficiales. Un 60% más que el año pasado por estas fechas. Entre todos esos caminantes hay una comunidad que destaca por encima del resto en cuanto a peregrinos nacionales: Euskadi, la más andarina del Camino, seguida de Madrid y Cataluña. Las previsiones más moderadas hablan de una multiplicación extraordinaria de caminantes en este mes, agosto y septiembre, que situarían la cifra en un récord histórico de entre 25.000 a 30.000 personas. Roncesvalles es la puerta de entrada preferida de la mayoría de los caminantes, algunos de los cuales siguen transitando los caminos aragoneses. Ello ha provocado un cuello de botella que las 180 camas disponibles hasta ahora en la colegiata navarra, repartidas entre el refugio y el albergue juvenil del Gobierno de Navarra, no han logrado aliviar en suficiente medida. Barracones El Ejército de Tierra ha puesto la solución. Unidades militares llegadas desde Aragón han habilitado una explanada anexa al complejo religioso, el paraje de Zaldúa, que se convertirá en un gran campamento de peregrinos. Un total 3.220 metros cuadrados de terreno que albergará 22 tiendas de campaña, cada una de ellas con capacidad para 36 literas, además de tiendas para comedores, una tienda-garage para guardar bicicletas y una tienda de recepción. Todo ello ha sido entregado oficialmente por el Ejército al Gobierno. Las unidades militares aragonesas y navarras han construido barracones con servicios higiénicos y los contenedores de basuras. La Policía Foral de Navarra tiene previsto ubicar un retén permanente en este lugar durante todo el verano y el centro de salud de la cercana localidad de Burguete ya sabe que deberá reforzar sus equipos ante la avalancha de peregrinos que le empieza a venir encima, llegados incluso desde lugares tan lejanos como Japón, Islandia, Canadá, Brasil o Australia. El fenómeno exige de la aportación de otros colectivos, como los hospitaleros de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, que prestan su ayuda en el refugio de la Colegiata durante los meses de verano, los grupos de scouts católicos que atenderán el campamento militar y voluntarios de otros colectivos que deberán reforzar toda la red de albergues a su paso por Navarra. Miembros de la Sección de Protección Ecológica de la Policía Foral se dedicarán especialmente a recorrer las zonas de peregrinación con un doble objetivo: atender a los caminantes y cuidar que éstos no cometan excesos a su paso. Además, el Gobierno navarro distribuirá 22.000 folletos con información sanitaria de las 25 localidades en las que los peregrinos de final de milenio pueden recibir atención médica si la necesitan. En tres de ellas (los que se encuentran en Puente la Reina, Los Arcos y Viana) dispondrán incluso de consultas específicas para peregrinos todos los días de la semana. Pero los campamentos no se circunscribirán únicamente a Roncesvalles. En las localidades de Larrasoaña y Zubiri se levantará otro campamento móvil con capacidad para 40 personas y en terrenos del Seminario Diocesano de Pamplona habrá otro campamento con capacidad para unos 300 peregrinos. En Puente la Reina los barracones y tiendas podrán albergar a 100 personas y en Estella se habilitará un campamento más para 200 peregrinos. Con estas previsiones se espera poder atender a quienes este año quieren llegar a Santiago.

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