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Las consultas de psiquiatría han aumentado en Euskadi un 21% en los últimos cuatro años

Los problemas psiquiátricos están adquiriendo una relevancia creciente en el País Vasco. Los centros de salud mental de Osakidetza contabilizaron un 21% más de consultas asistenciales en el periodo 1995-1998, pasando de las 408.311 efectuadas en 1995 a las 495.880 del año pasado, según un estudio realizado por la dirección de Salud Mental del Servicio Vasco de Salud sobre la evolución de la asistencia psiquiátrica en los últimos cuatro años. El número de pacientes nuevos ha superado la cifra de 9.000, y los consultorios más visitados son los guipuzcoanos.

El envejecimiento poblacional, la exposición a situaciones adversas como el desempleo o el debilitamiento de los lazos familiares y sociales, y el abuso del alcohol y las drogas son los factores que contribuyen a que la asistencia psiquiátrica extrahospitalaria haya acogido un 20% más de pacientes diferentes (de los 54.006 de 1995 se ha pasado a los 64.787 de 1998), lo que ha conllevado el aumento en el número de consultas. Por territorios, Guipúzcoa registró la mayor subida en las consultas asistenciales con un 49% (de 91.188 en 1995 a las 136.019 de 1998). En Vizcaya el incremento fue más moderado (un 19%) y en Álava fue tan sólo de un 4%. Cuatro de cada diez pacientes diferentes atendidos al año acudieron por primera vez a la consulta. Esta es una tendencia que se mantiene estable en el tiempo: el porcentaje de pacientes nuevos sobre el total de enfermos diferentes vistos en un año era del 43,5% en 1995; del 42,6% en 1996 y del 40,37% en 1997. Por diagnósticos, el grupo predominante es el de la neurosis -que incluye una variedad diagnóstica muy grande, normalmente referida a casos leves- que supera el 40% de los casos atendidos. Mientras, la psicosis -la patología más grave- se mantiene estable desde 1995, afectando a casi un 20% de los pacientes que acuden a los servicios psiquiátricos. En cuanto a los ingresos hospitalarios, la estancia media de los pacientes ha pasado de los 27 días para unidades de agudos en 1995 a 17,8 días en 1998, siendo el promedio en las unidades de media estancia de 79,3 días y en el caso de las unidades de larga estancia de 1.363 días. El gasto en psicofármacos volvió a subir: llegó hasta los 4.674 millones de pesetas y el número de envases superó los tres millones. Los antidepresivos son los medicamentos que más se consumen, seguidos de los antipsicóticos -que en porcentaje suben un 803% en el periodo 94-98- y de los tranquilizantes. Mejor registro El director de Salud Mental, Álvaro Iruin, achaca a varias circunstancias el aumento en el número de consultas y en el de pacientes. "Una parte del incremento debe imputarse a un mejor registro de actividades", asegura. Según su propia explicación en Salud Mental no hay listas de espera, el tiempo de demora es de tres semanas, se trata de un servicio accesible y "la psiquiatría ha superado el estigma de antaño. Por todo eso la gente se acerca más que antes", argumenta Iruin para explicar la subida. Sin embargo, también explica que la red de salud mental de Osakidetza ha tocado techo con el medio millón de consultas registradas el año pasado y ahora corre el riesgo de sufrir un colapso si no invierte la tendencia. "Tenemos el servicio bien, pero no podemos ofrecer más. Hay que cribar mejor qué tipo de patología debe ser atendida en el servicio especializado y qué enfermedades deben recaer en la atención primaria. Si se nos bloquea el programa intensivo con pacientes que no corresponden a este tratamiento es que lo estamos haciendo de pena". Así, Iruin ha elaborado un plan de gestión para 1999-2000 que ha trasladado al consejero de Sanidad en el que plantea un escenario de calidad: no incrementar el número de consultas y sí revisar lo que se está esta haciendo hasta ahora. Atención primaria "Es posible que haya que establecer un tipo de trabajo distinto al que realizamos ahora donde es posible que haya que invertir más tiempo en formar a la atención primaria para que pueda atender casos que ahora recibe salud mental", señala. "Esta es una conclusión a la que se llega estando a pie de obra, en el día a día del trabajo clínico", agrega. Entre otras sugerencias para impedir que suba el número de consultas, el responsable de Salud Mental cita en su informe el caso de enfermedades o procesos agudos en los que se pueden predecir su duración. "Por ejemplo, si un paciente evoluciona bien tras los meses de tratamiento puede ser derivado a la atención primaria dependiendo de la patología de que se trate. Es algo que ahora no ocurre. Existe una tendencia a quedarse con los pacientes".

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