La mujer que envenenó al marido para cobrar el seguro se enfrenta a juicio

La Fiscalía de Madrid solicita 14años y seis meses de prisión por un asesinato en grado de tentativa para una mujer que, aprovechando que su marido estaba en el hospital de Getafe con graves quemaduras, supuestamente intentó asesinarle inyectándole amoniaco, pesticidas y mezclas de fármacos en la botella del suero. El ministerio público revela en su escrito que la acusada, María Luisa V. M., de 55 años, tramó la muerte de su marido con la intención de cobrar "cuantiosas sumas de dinero de seguros" de vida de la víctima. La acusada, según los investigadores, falsificó varios seguros a nombre de su marido. María Luisa, madre de dos hijas, se halla en la actualidad presa, pendiente del juicio que se celebrará contra ella el próximo jueves en la Sección Séptima de la Audiencia de Madrid. El intento de envenenamiento, según el fiscal, se produjo durante la estancia del marido, Pedro C. R., de 60 años, en la unidad de quemados del hospital de Getafe, donde permaneció entre el 31 de mayo y el 5 de junio de 1997. Pedro, vecino de Ciudad Real, fue trasladado a Getafe tras sufrir graves quemaduras en un extraño incendio que se desató en el garaje de su domicilio. Un yerno de la acusada habló por teléfono con una enfermera del hospital y le avisó: "Cuidado con este enfermo", le dijo, "que a lo mejor le quieren matar". Días después de la llamada, según consta en el sumario, una enfermera de la UCI del hospital donde permanecía internado Pedro observó que la acusada manipulaba el suero del enfermo y, acelerada, ocultaba algo en su bolso. "¿Qué está haciendo usted?", inquirió la enfermera. Ella, muy nerviosa, repuso: "Nada, dándole con alcohol a mi marido para refrescarle".

Lavado gástrico

La enfermera dio la voz de alarma, los sanitarios abrieron el bolso y encontraron una jeringuilla con amoniaco y distintas mezclas de fármacos. Hicieron una analítica al enfermo y le efectuaron un lavado gástrico, entre otras cosas, para neutralizar los nocivos productos inyectados a su marido, que estaba inconsciente. La analítica arrojó la presencia de amoniaco y de pesticida en el cuerpo del enfermo, así como mezclas de distintos fármacos disueltas en un líquido. De no ser porque estaba en la UCI y por la rápida intervención de los médicos, la víctima habría muerto, según destaca el fiscal en su escrito. La policía detuvo a María Luisa y el juez la envió horas después a prisión. La acusada ha negado siempre haber intentado envenar a su marido, aunque los productos que llevaba en el bolso, y que en parte coinciden con las sustancias detectadas en la análitica, la desmienten.

En un principio, su marido creyó en su inocencia e incluso, tras abandonar el hospital, fue a visitarla varias veces a la cárcel. Posteriormente dejó de hacerlo, al igual que las dos hijas del matrimonio. No se ven desde hace un año, según fuentes de la investigación. El tribunal que la juzgará a partir del jueves ha ordenado a peritos psiquiatras que efectúen un informe de la acusada.

Aunque el fiscal sostiene que María Luisa no padece ningún trastorno mental, fuentes cercanas a este matrimonio sostienen que la actitud de la mujer resulta incomprensible. "Es cierto que su marido tenía un seguro de 20 millones de pesetas por fallecimiento, pero era de los de automóvil, y sólo para el caso de que él muriera en un accidente, no en otras circunstancias", subrayan. Se da la circunstancia de que, en mayo de 1998, el marido fue condenado a una multa de seis meses por haberse inventado un robo en su domicilio para cobrar un seguro de hogar. "La farsa se descubrió más tarde y él terminó en el banquillo", afirman las citadas fuentes.