Islamistas y liberales comparten el control del Parlamento electo de Kuwait
Islamistas y liberales, en la oposición, son, desde ayer, propietarios del Parlamento de Kuwait, según se desprende de los resultados oficiosos de las elecciones legislativas celebradas el sábado en este emirato del Golfo. El triunfo de estas dos fuerzas coloca en una situación complicada al emir, Jaber Al-Ahmed Al-Sabá, que ha visto disminuir la fuerza de los representantes tribales. La oposición islamista y la oposición liberal democrática se han convertido en las mayores fuerzas parlamentarias de la nueva Asamblea Nacional de Kuwait, donde controlan dos tercios de la Cámara y dejan en minoría a los diputados representantes de las seis tribus locales, seguidoras incondicionales del emir y del primer ministro, el príncipe heredero Saad Al-Abdalá Al Sabá.
El resultado de estas elecciones es un duro revés a la familia reinante, en especial al emir, Jaber Al Ahmed Al Sabá, de 71 años. Éste, haciendo uso de sus desmedidos poderes constitucionales, decidió el 4 de mayo disolver la Asamblea y convocar elecciones legislativas anticipadas para tratar de poner fin a la política de obstrucción que ejercía sistemáticamente la Cámara a las iniciativas del Gobierno.
El emir confiaba en que de estas nuevas elecciones saliera un Parlamento más dócil, controlado mayoritariamente por las fuerzas conservadoras tribales, siempre adeptas. No contaba con un voto de castigo de islamistas y liberales al mismo tiempo. Ambos han acusado en los últimos meses al Gobierno de incontables casos de corrupción.
El triunfo de las fuerzas islamistas (shiíes, suníes e independientes), que suman entre 16 y 20 escaños, no ha sorprendido a los observadores, ya que su resultado revalida el logrado en los anteriores comicios, de octubre de 1996, cuando se convirtieron en hegemónicas en Kuwait. Sin embargo, sí ha sorprendido el salto de la oposición liberal y democrática, que ha multiplicado por cuatro su representación, pasando de 4 diputados a 15 o 16.
El resultado de estas elecciones en Kuwait coloca en una situación de aparente incertidumbre el proyecto del emir para reconocer el sufragio a la mujer en próximos comicios. Hace pocas semanas, el emir aprobó un decreto ley en este sentido que deberá ser discutido y sancionado por la nueva Cámara para que pueda así entrar en vigor en las elecciones del 2003. Pero liberales e islamistas, por opuestas razones, se han convertido en firmes detractores de esta iniciativa del emir: mientras los primeros consideran que reconocer el sufragio a la mujer posibilita que los conservadores manipulen su voto, los fundamentalistas creen que dejarlas votar es contrario al Corán.
Islamistas y liberales difieren con respecto a la nueva política económica del Gobierno, que trata de reducir las ingentes ayudas sociales que reciben los kuwaitíes - un 34% de la población- en un intento de fomentar su natalidad y conseguir que dejen de ser una minoría en un país en el que más del 60% de la población es extranjera.
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