El Festival de Cine de L"Alfàs del Pi homenajea a Trueba y Sacristán Escueta y poco imaginativa inauguración
Dio la impresión de que el año pasado, cuando el Festival de Cine de L"Alfàs del Pi cumplió diez años, los organizadores echaron el resto y se quedaron sin ideas para el siguiente. Una escueta gala inaugural, sin artificios ni giros imaginativos, sirvió en la madrugada de ayer para homenajear al director Fernando Trueba y al actor José Sacristán por sus trayectorias.
Con menos público que en otras ocasiones, todo empezó como de costumbre: en las inmediaciones de la casa de cultura alfasina con la llegada de las estrellas por turnos en una limusina blanca y dos coches de época que iban y venían, cargando y descargando celebridades que en cuanto pisaban la alfombra roja se deshacían del olor a rutina para lucir rutilantes ante los pelotones de la prensa que los esperaban agazapados por grupos. Y así, por tandas y mientras el aire se contagiaba del perfume vínico que desprendía la banda sonora de La niña de tus ojos, fueron llegando José Manuel Parada aclamado por las madres, Jorge Sanz piroperado por las hijas, George Corraface haciendo estragos con su mirada entre las periodistas, Maribel Verdú atrayendo hormonas, Candela Peña prestando atención sólo a sus niños, y José Sacristán reclamado por los cincuentones que crecieron con sus aventuras a pie de realidad, entre muchos otros. Duró más este desfile de entrevistas y poses que la gala en sí, de apenas 20 minutos con los consabidos bailes, chistes, reportajes y entrega de premios.Presentada por, oh, sorpresa, la actriz Elisa Matilla, acompañada este vez de Carmen Balagué y Rosario Santesmases, comenzó con un número musical inspirado en la música de My fair lady en el que el director del festival, Juan Luis Iborra, volvió a cantar como hiciera el año pasado. En realidad, los esfuerzos de Iborra por modular el tono fueron la única similitud con la gala del décimo aniversario, que superó con creces a la de ayer, solventada con cuatro chistes bobalicones y que alcanzó su máximo interés cuando los homenajeados subieron a recoger sus galardones. Faro de plata Maribel Verdú y Jorge Sanz se presentaron como una minúscula delegación de los actores y actrices a los que Fernando Trueba ha dirigido alguna vez. Éste hizo gala de su humor cínico aprendido de Wilder cuando, sopesando su Faro de Plata, felicitó a los organizadores por haber conseguido moldear un trofeo "que pesa más que un Goya y más que un Oscar, lo cual no es fácil". Más serio, Trueba recordó con cariño los veranos que pasaba en L"Alfàs del Pi antes de que naciera el festival, y volvió a su butaca. Cuando llegó el turno de José Sacristán, el veterano actor recogió su Faro de Plata en homenaje a su carrera de manos de Gabino Diego y esperó a que finalizara una larga ovación. Sacristán, con el que los directores actuales parece que ya no cuentan, recordó sus "40 años en las procelosas, no siempre divertidas, pero siempre apasionantes aguas del cine", y finalizó su discurso con un deseo: "Que este faro nos enseñe el puerto para que en esta última andadura no topemos con un acantilado donde nos dejemos los dientes y el pellejo". La gala finalizó con un número a cuenta del musical Hair interpretado por las presentadoras en plan Jackson 5 y, superado el trámite, se dio paso al sarao en la piscina aledaña. Hasta el sábado que viene, en el marco del 11º Festival de Cine de L"Alfàs del Pi podrán verse 26 cortometrajes y cinco largos a concurso, además de una programación que incluye los mejores estrenos de la temporada, que se proyectarán en la Casa de Cultura, el cine Roma y la playa de El Albir, uno de cuyos recodos se suma a los escenarios cinematográficos de estas calurosas noches de julio.
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