No soy soriano
En el espléndido reportaje sobre el ascenso del Numancia a Primera División (El País Domingo, 27 de junio de 1999) se me atribuye la condición de soriano, amén de la de numancianista, junto a personas que estimo y admiro mucho, como los escritores Carmelo Romero y Avelino Hernández Lucas, y otras que no admiro nada, como el empresario Jesús Gil y Gil. En efecto, soy seguidor del Numancia (no de ahora, desde cuando militaba todavía en Tercera División: por el nombre, más que nada), conozco y me gusta Soria e incluso he escrito algunas cosas sobre ella, pero, como Machado, tengo que reconocer que sólo soy soriano de adopción; aunque no niego que no me hubiese importado serlo si es que me hubieran dado a elegir. Siempre he creído que ser de Soria es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en España.-
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