Asesinados a tiros dos marroquíes al salir de un restaurante de Málaga

Dos ciudadanos marroquíes, uno de ellos de nacionalidad francesa, fueron asesinados a tiros la madrugada de ayer al salir de un restaurante de la localidad malagueña de Mijas. Los asesinos podrían ser cuatro, según el subdelegado del Gobierno en Málaga, Carlos Rubio, pero se desconoce el número exacto de personas que participaron en el crimen porque lograron escapar en un vehículo tras el tiroteo, sin ser identificados por los clientes y el personal del local. La Guardia Civil ha iniciado la investigación del suceso y está interrogando a los testigos presenciales, pero anoche no había logrado detener ni identificar a ninguno de los autores del crimen.

Por el momento, los responsables de la investigación también desconocen el móvil, pero apuntan la posibilidad de que se trate de un ajuste de cuentas entre bandas que actuaban en la zona.

Los hechos se produjeron sobre las 2 de la madrugada cuando K. H., de 33 años, y S. L., de 39, iban a subir a su coche tras haber cenado en un restaurante chino del centro comercial El Zoco, en la urbanización Calahonda. Entonces fueron atacados por un número indeterminado de personas que comenzaron a disparar. Según informó la Guardia Civil, una de las víctimas murió en el vehículo y la otra logró escapar en un primer momento para refugiarse en el cuarto de baño del restaurante.

Los pistoleros, lejos de desistir de su acción, le siguieron hasta el local y, cuando dieron con él, le acribillaron a balazos hasta terminar con su vida, tras lo que escaparon en un vehículo de matrícula desconocida. Fuentes de la investigación también precisaron que en la zona del suceso se han encontrado un total de 17 impactos de bala.

El subdelegado del Gobierno en Málaga, que acudió ayer a la inauguración del tramo Málaga- Estepona de la Autopista de la Costa del Sol, insistió en que, aunque se desconoce el móvil, "tiene todo el aspecto de un ajuste de cuentas", informa Efe. Rubio reconoció también que todavía no se tiene conocimiento de las actividades delictivas en que pudieran estar involucradas las víctimas.

Uno de los trabajadores del restaurante, testigo del suceso, se negó a comentar los hechos por temor a las consecuencias que pueda tener el crimen en su negocio. El empleado se limitó a decir: "Estoy un poco asustado".