El aparato de CDC batalla por imponer a sus candidatos en las diputaciones

El aparato de Convergència Democràtica (CDC) quiere imponer a sus candidatos al frente de las diputaciones provinciales de Girona y Lleida y obligar al de Tarragona a cesar a los dos años de mandato. El principal artífice de esta operación es el secretario de organización, Felip Puig, quien en los últimos días ha movido sus hilos para situar al máximo dirigente del partido en Girona, Josep Miqueló, en la presidencia del organismo provincial.

La principal batalla para la presidencia de la diputaciones se desarrolla en Girona, donde con toda probabilidad el hasta ahora alcalde de Palafrugell, Frederic Suñer, no repetirá al frente del organismo provincial ni en la alcaldía de su municipio. En Palafrugell la llave de la gobernabilidad la tiene una formación independiente denominada Acció Municipal de Catalunya que encabezó el ex parlamentario de ERC Josep Maria Reguant. La guerra es tan enconada que la pasada semana Puig se desplazó a Palafrugell para reunirse con Reguant. Según fuentes de CDC, no está claro que Puig apostara de nuevo por Suñer para la alcaldía. De este modo, el dirigente de CDC vería colmada su aspiración de situar a su hombre en Girona, Josep Miqueló, en la presidencia de la Diputación. Miqueló es a la vez presidente de Convergència en las comarcas de Girona. Otros miembros del partido apostarían por situar a una persona más de consenso, como la diputada y concejal Zoila Riera, aunque ella misma ya ha descartado tal posibilidad. En Lleida, Josep Grau repetirá como presidente, aunque se verá obligado a dimitir en otoño, cuando encabece la candidatura de CiU en las autonómicas. Por este motivo, Puig intenta colocar al concejal de Solsona Francesc Xavier Ballabriga en la vicepresidencia primera. En Tarragona repetirá Josep Mariné, aunque probablemente tan sólo se mantendrá en el cargo hasta la mitad de la legislatura.