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Tribuna:AULA LIBRE
Tribuna
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La educación para la paz

En la reciente Ley de Reforma de la Enseñanza actualmente vigente, y aún en desarrollo en España, se introducen, entre otras novedades, unas "materias transversales" que, en su conjunto, constituyen lo que se podría considerar la formación de ciudadanos y ciudadanas para una democracia. No todas estas materias tienen el mismo calado y tratan de temas muy diversos que se consideran necesarios para una satisfactoria convivencia democrática. El nombre de "transversales" indica que no son materias lineales, con programas y niveles establecidos, sino que deben tratarse las materias que componen el currículo o en las tutorías, en las excursiones, en los pasillos, en los recreos. En suma, en todo el ámbito escolar. El maestro o la maestra debe ingeniárselas para realizar esta labor educativa como entienda, imagine, proyecte o invente, lo cual constituye otra nueva responsabilidad para los que enseñan, con una orientación ni muy clara, ni muy explícita, ni demasiado sugestiva. Una de estas materias transversales es la Educación para la paz. Para trabajar en ella son excelentes las ocasiones de reflexión que proporcionan algunas materias, de modo especial las ciencias sociales, y muy singularmente la historia del siglo XX, con la Carta de San Francisco, fundacional de la ONU, como momento esperanzador para la humanidad entre tantos horrores y tanto exterminio en diferentes formas acaecidos en la primera mitad del siglo que termina. Aparte de estas y otras ocasiones concretas, intuyo que el modo de tratar la educación para la paz en la escuela -en todas las escuelas, en principio- es eliminando o reduciendo al mínimo la violencia en las relaciones entre las alumnas y alumnos, enseñándoles a resolver sus problemas -a veces enormes para ellos- a través del diálogo, el respeto y la tolerancia. Lograr que aprendan a escuchar al otro, a dialogar con él y a ponerse en su lugar para poder convivir en paz, dentro de un espíritu solidario.

En el momento actual, los niños, y no digamos los adolescentes, están saturados de información, pero no siempre la entienden con claridad. Están dotados de una lógica elemental, pero implacable, y no tienen idea de lo que hoy en día se considera "políticamente correcto". Desde luego, no pueden entender -tampoco pueden muchos adultos- que la terrible guerra sea algo imprescindible y necesario. Los maestros y maestras supongo que deben aguzar al máximo su ingenio y buscar argumentos -de los que pueden no estar muy seguros- que respondan a las inquietudes y dudas de los alumnos y cuya lógica puedan aceptar. Para ellos -los niños y niñas-, el "matón" de la clase es tan malo como el peor dictador, pero todos los adultos exigen que se le escuche y se trate de dialogar con él. ¿Cómo se traslada su mundo al de los mayores? ¿Acaso la escuela se debe convertir en un fenómeno aparte o debe ser un "ensayo" para la vida cívica exterior?

Ante el espeluznante suceso ocurrido recientemente en una escuela de Denver, en el que dos alumnos armados han disparado indiscriminadamente sobre sus compañeros y profesores, produciendo muertos y heridos, se impone la reflexión, porque además este hecho, por desgracia, no es único. La primera reflexión sería que la educación para la paz parece necesaria. La tónica general tiende a estimular la competencia, el éxito, la capacidad organizativa o de liderazgo antes que la capacidad de entendimiento y tolerancia. Considero este tema de una gran trascendencia, y si queremos un mundo mejor, no sólo habría que educar para la paz, sino que también sería aconsejable dejar paso a los organismos internacionales y competentes, permitiéndoles actuar con el apoyo de los países que los forman. Otra cosa sería también dar menos prioridad al crecimiento económico y tecnológico -especialmente a la industria bélica-, que, en definitiva, separa a la humanidad y profundiza las desigualdades, todo lo cual no permite alcanzar esa necesidad esencial para el desarrollo humano que es la paz.

Elvira Ontañón es directora del Programa La Enseñanza Viva. Institución Libre de Enseñanza.

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