Chaves afirma que mejoraría la enseñanza si el Gobierno reconociera en el censo a 386.000 niños

El Parlamento dijo ayer adiós al actual periodo de sesiones en un ambiente aún de resaca electoral. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, acabó su última intervención en la Cámara hasta el mes de septiembre con la petición al Gobierno central de que refleje el censo real de Andalucía en la financiación. Chaves aprovechó una pregunta del popular Antonio Sanz sobre la educación para afirmar que si el ministerio reconociera a los "386.000 niños que no cuenta a efectos financieros mejoraría la calidad de la enseñanza", con la que, no obstante, se mostró satisfecho.

La jornada de ayer fue la última de este curso: el próximo día 30 se constituirá la Diputación Permanente de la Cámara, que sustituye a la Junta de Portavoces durante el peridodo de vacaciones parlamentarias. Quizás por eso, el portavoz del PP, Antonio Sanz, se empleó a fondo en la sesión de control al Gobierno y sacó a flote toda la artillería verbal a su alcance contra el presidente, a propósito de una pregunta sobre la educación en Andalucía. Sanz acusó a Chaves de ser el "Atila" de la LOGSE, de desmantelar poco a poco el sistema público de enseñanza, de enfrentar a la comunidad educativa, de practicar la política del "tijeretazo", de "cargarse" un sinfín de proyectos y conducir la educación hacia el "caos" y la huelga general. El presidente prescindió en su respuesta de la dureza con la que se expresó Sanz y optó por leer los datos de una encuesta del CIS realizada entre 2.400 familias en 1998, de la que destacó que el 85% de los padres están satisfechos con el centro en el que estudian sus hijos, que el 84% valora la calidad de la enseñanza o que un 37% cree que la LOGSE marcha bien. "Esta es la realidad, lo demás es palabrería y falta de rigor", subrayó Manuel Chaves. El socialista afirmó que se siente "orgulloso" del sistema educativo de Andalucía y agregó que si el PSOE recibe una convocatoria tras otra la confianza de los ciudadanos se debe en buena parte a que la Junta ha priorizado la implantación del sistema educativo tras siglos de carencias. No obstante, apostilló que si el Ministerio de Educación reconociera a los 386.000 niños "que están excluidos" a efectos financieros, la calidad de la enseñanza mejoraría aún más. También instó a corregir la concesión "perjudicial e insolidaria" de las becas.