El Poder Judicial multa con 100.000 pesetas al juez Coronado
La Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial acordó ayer imponer una multa de 100.000 pesetas al juez de instrucción de Madrid José Emilio Coronado por una "falta grave" de consideración al periodista de EL PAÍS, Ernesto Ekaizer, a quien se refirió como "sudaca de mierda" y "sudaca de los cojones" en presencia de varios redactores de otros medios. La Comisión Disciplinaria del Poder Judicial duplicó la propuesta de la instructora del expediente, la magistrada de la Audiencia de Madrid María Luisa Aparicio, quien consideró que la sanción debía limitarse a 50.000 pesetas por una falta leve. La Comisión Disciplinaria, sin embargo, estimó que los hechos revestían la suficiente entidad como para considerarlos una falta grave según el artículo 418.5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que castiga "el exceso o abuso de autoridad" o la "falta grave de consideración" de los jueces respecto a los ciudadanos.
Anteriormente, la magistrada instructora María Luisa Aparicio propuso el archivo del expediente, propuesta a la que se opuso el ministerio fiscal y que fue rechazada por la Comisión.
Devuelto el expediente a la juez, ésta se mostró renuente a contrastar los hechos llamando a los periodistas que habían presenciado las invectivas de Coronado. Finalmente, la magistrada se vio obligada a tomar declaración a los periodistas Fernando García, de La Vanguardia, y Julio Muley, de El Boletín, y al propio Ernesto Ekaizer.
Ratificación
Los dos primeros ratificaron los insultos dirigidos por el juez al periodista y, a preguntas del abogado del juez, Carlos Cuenca Perona, replicaron: "Usted mismo estuvo presente y le aconsejó que no dijese eso, pero él no le hizo caso". Ekaizer, por su parte, respondió a la instructora que si no había presentado una demanda sobre derecho al honor había sido porque confiaba en la justicia y en la actuación de la Comisión Disciplinaria. Los insultos de carácter xenófobo dirigidos contra el periodista se verificaron el 23 de julio de 1997, precisamente cuando el juez Coronado había acudido a declarar en un proceso que se instruía contra él en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por supuesto delito de prevaricación.
Coronado calificó a Ekaizer de "terrorista informativo" y le amenazó diciendo: "Que se vaya agarrando los machitos", entre otras frases del mismo tenor.
Los insultos de Coronado estaban motivados por informaciones de Ekaizer en las que éste puso de relieve que el juez se había reservado el conocimiento de una querella de la esposa de Mario Conde, Lourdes Arroyo, en vez de enviarla a reparto penal. La querella de la mujer de Conde, dirigida contra Antonio Navalón y Diego Selva, suponía en la práctica una reapertura del caso Argentia en el que Conde resultó condenado finalmente a cuatro años y dos meses.
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