El Gobierno que quiso ser de los mejores

El segundo y último Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón en la Comunidad de Madrid es un remedo del anterior, aquel que definió como "el de los mejores". Ruiz-Gallardón, que ya ha anunciado que no volverá a repetir como candidato, se ha limitado esta vez a desdoblar las consejerías de Sanidad y Servicios Sociales y la de Educación y Cultura, así como a cubrir los huecos que se le abrían en el nuevo Ejecutivo. Sólo dos de los seis consejeros de su anterior Ejecutivo no repetirán. Se trata del encargado de Presidencia, Jesús Pedroche, que pasa a presidir la Asamblea, y de la hasta ahora responsable de Sanidad y Servicios Sociales, Rosa Posada, cuyo futuro sigue entre brumas. Alguno auguran que será senadora por la Comunidad, otros vaticinan que ocupará la presidencia del Consejo Económico Social (CES), puesto del que tendría que desbancar al prestigioso catedrático Manuel Aragón. La labor de Rosa Posada no es fácil de enjuiciar. En el terreno de los logros quedará que derribó la vieja maternidad de O´Donnell para construir una más acorde a las necesidades actuales, acabó con la deuda histórica del hospital Gregorio Marañón (12.000 millones de pesetas), incrementó los recursos económicos para la Agencia Antidroga (de 959 plazas de metadona en 1995 se ha pasado a más de 6.000) y diseñó un espectacular plan para integrar a los discapacitados físicos y mentales de la región, informa Begoña Aguirre. Pero, también quedará que fue incapaz de culminar su prometido Plan de Integración para los Inmigrantes o que su Plan de Mayores fue aprobado sólo con los votos del PP y con la crítica de la oposición y los sindicatos.

El consejero de Economía, Luis Blázquez, mantendrá su cargo, aunque Ruiz-Gallardón ha tenido dudas sobre su continuidad. A su favor jugaban los más de 250.000 puestos de trabajos creados en los últimos cuatro años, pero arrastraba como rémoras sus intentos fallidos de crear un cuerpo de 40.000 serenos para reducir el paro en la región, su anuncio de sacar a bolsa la sociedad Capital Riesgo (empresa pública dedicada a invertir en empresas nuevas), el escándalo de los cursos de cata de aceite financiados con fondos europeos y sus declaraciones sobre la conveniencia de que los trabajadores de Castilla-La Mancha no viniesen a Madrid para reducir la siniestrabilidad laboral. Pero, finalmente, el espectacular aumento del empleo en la región (el más alto de España) ha inclinado la balanza a su favor. Durante la pasada campaña electoral, Blázquez anunció: "Vamos a vaciar las listas del INEM". Al presidente le gustó la frase.

Bomberos y cuadrillas

Por su parte, Carlos Mayor Oreja, consejero de Medio Ambiente, se ha salido con la suya. Ha conseguido la gestion del Canal de Isabel II, herramienta clave para ordenar el medioambiente. Igualmente, ha arrancado a Presidencia el control de los bomberos, que se solapaba con las cuadrillas forestales bajo su mando. Gustavo Villapalos ha perdido la mitad de su actual Consejería de Eduación y Cultura (Cultura será gestionada por Alicia Moreno), pero no su poder. Ha logrado que Ruiz-Gallardón le ceda competencias de otras consejerías, como el IMAF. Y además, se queda con Patrimonio, una de las joyas de su consejería y que no ha querido ceder bajo ningún concepto.