Las razones de los recursos

Los recursos presentados por el BSCH y el grupo Champalimaud en Bruselas contra el veto del Gobierno portugués a su alianza tiene los siguientes argumentos: 1. Violación de las normas comunitarias. El veto constituye una violación en materia de control de concentraciones porque "se trata de una operación de dimensión europea, por lo que la Comisión Europea es el órgano competente en exclusiva para poder examinar y autorizar esta operación". Según ambas entidades, de acuerdo con el artículo 21 del Reglamento CEE, número 4064/89 "los Estados miembros deben abstenerse de la aplicación de cualquier disposición nacional" que suponga "el ejercicio de potestades de control".

Advierten también de que "la legislación portuguesa sólo faculta al ministro de Finanzas a oponerse a una concentración cuando el comprador no reúne las condiciones que garanticen una gestión sana y prudente de una empresa de seguros". En este sentido detallan que "el BSCH constituye el primer grupo financiero español y uno de los primeros en Europa y Latinoamérica" y recuerdan que bloquear una operación sin consultar a la Comisión "resulta contrario al principio de lealtad institucional".

2. Violación de la libre circulación de capitales "porque niega la igualdad de derechos entre nacionales de Estados miembros de la UE". Para el BSCH y Champalimaud, el Ministerio de Finanzas portugués esgrime criterios que no demuestran que la gestión de Mundial Confiança pueda verse afectada y sólo tratan de "limitar la toma de participaciones importantes por parte de grupos extranjeros en el sector financiero luso".

3. Violación de la libertad de establecimiento "prohibiendo el acceso a la gestión compartida de las empresas".

4. Distorsión de la competencia y estabilidad de los mercados financieros en Portugal e indirectamente en la comunidad "creando inseguridad a los operadores económicos e a los mercados".