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Las autoridades de Portugal limitan al 10% el derecho de voto del BSCH en Mundial Confiança

El Instituto de Seguros de Portugal, el órgano regulador del sector, ha limitado al 10% el derecho de voto del BSCH en el grupo Mundial Confiança, cabecera del grupo financiero Champalimaud, del 20,4% adquirido. La medida, considerada como "el primer efecto práctico" del veto político del Gobierno de Lisboa al acuerdo BSCH-Champalimaud, constituye una vuelta de tuerca en el acoso al banco español en Portugal. BSCH y Champalimaud han presentado sendos recursos ante la Comisión Europea contra el veto del Gobierno portugués a su acuerdo.

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Las razones de los recursos

La medida, calificada de "ilegal" por el grupo Champalimaud, consigue, en teoría, reducir al 40% la mayoría de acciones que ostentaban el entramado financiero Champalimaud y el BSCH en la aseguradora Mundial Confiança, que el pasado lunes fue objeto de una oferta de compra por parte del Banco Comercial Portugués. Champalimaud tiene, a través de Munfinac, el 51,8% de Mundial Confiança. La alianza con el BSCH le da a éste el 40% de Munfinac, por lo que el banco español pasa a controlar directamente en torno al 20,4% y Champalimaud el 31,4%. En el caso de que BCP se hiciera con el resto podría tener mayoría. Sin embargo, fuentes cercanas a Champalimaud aseguran que varios fondos de inversión apoyan su alianza con el BSCH. La legislación portuguesa establece (según el decreto-ley 94/b de 17 de abril de 1998) que sobre la libertad de circulación de capitales entre instituciones europeas que "cualquier entidad que, directa o indirectamente, pretenda adquirir una participación cualificada" en aseguradoras (más del 10%) "debe comunicar previamente la operación y el porcentaje de participación" a las instituciones reguladoras, el Instituto de Seguros de Portugal y el Ministerio de Finanzas. Según el argumento esgrimido, participación cualificada es la que supera el 10% del capital o de los derechos de voto de la institución participada o que, por cualquier otro motivo, suponga influencia significativa en la gestión.

Como consecuencia de la oferta de compra, el Banco de Portugal ha advertido a António Champalimaud de que sus comunicados públicos deberían ser conocidos previamente por las autoridades para proteger el sistema financiero de posibles inestabilidades y perturbaciones. El industrial y financiero informó que no hará más declaraciones públicas "ante la imposición que me fue transmitida", según Reuters.

Críticas de la patronal

Pero las críticas contra el Gobierno portugués también afloran. El presidente de la Confederación de la Industria Portuguesa, Ferraz Dacosta, alertó ayer sobre la contradicción de la postura del Gobierno a favor del mercado europeo y el veto al BSCH.El acuerdo entre ambas instituciones "se mantiene válido", según fuentes portuguesas, que ahora explican que las consecuencias del veto "podrán ser recurridas ante los tribunales ordinarios", una maniobra legal para tratar de sacar el citado contencioso de la jurisdicción comunitaria y derivarlo hacia la justicia nacional. La ofensiva contra la entrada del BSCH se inició desde el propio Gobierno de Guterres el mismo día del anuncio de la alianza.Ese día, el secretario de Estado del Tesoro y Finanzas, Fernando Teixeira, manifestó el "malestar, desagrado y aprensión" del Gobierno por una alianza que cuestiona el "interés nacional". Pocos días después, António Guterres, expresaba elocuentemente su irritación por el acuerdo, al explicar que "Portugal no es una república bananera", donde debían defenderse "el interés nacional y la dignidad del Estado".

El viernes, el ministro de Finanzas anunciaba el veto político al acuerdo y este lunes, tras diversas reuniones del Gobierno con los máximos representantes de la banca nacional, el BCP, de Jorge Jardim Gonçalves, explicaba públicamente la oferta de compra del grupo Mundial Confiança.Jardim Gonçalves reiteró repetidas veces que la oferta constituye una "alternativa seria" a la operación desatada por el BSCH que defiende "los intereses nacionales" y no supone, a su juicio, una acción "hostil" contra la entidad española. Diversos analistas y financieros consultados por este periódico ya explicaron ayer que la insistencia de Jardim en la oferta, tras el rechazo inicial de António Champalimaud a vender, sólo podría estar apoyada por una fuerte presión de Lisboa.

La limitación del derecho al voto del BSCH podría tener como objetivo facilitar el acceso a una mayoría minoritaria por parte del BCP que, así podría conseguir el control de Mundial Confiança, una maniobra calificada de "ilegal y descabellada" por algunos analistas.

El acuerdo del BSCH con Champalimaud ha resucitado en Portugal los fantasmas del "antiespañolismo" que parecían definitivamente enterrados desde la llegada del socialista António Guterres al poder.

Por otro lado, el copresidente del BSCH, José María Amusátegui, se entrevistó el lunes con el presidente del Banco de Portugal, António Sousa, a quien informó del contenido del acuerdo. Dos días después del acuerdo, Amusátegui también se entrevistó con el ministro de Finanzas, António de Sousa Franco.

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