La tecnología entra en escena
Detrás de la decorativa y artesanal epidermis de la dorada y reluciente nueva sala del Liceo, copia de la que el fuego arrasó el 31 de enero de 1994, el coliseo de La Rambla oculta tras un grueso telón de acero cortafuegos un enorme, complejo y tecnificado corazón llamado escenario. Un espacio que ocupa las dos terceras partes de los 35.000 metros cuadrados con que cuenta el nuevo edificio y que construirlo y equiparlo con la tecnología adecuada para un teatro del siglo XXI ha costado 6.000 millones de pesetas -2.100 corresponden a la maquinaria escénica-, cerca de la mitad del total del presupuesto de reconstrucción del teatro, cifrado oficialmente en 15.000 millones. De este inmenso escenario, menos ambicioso de lo que se había previsto inicialmente a causa del alto coste que suponía, pero que prevé la posibilidad de ampliar la tecnología en el futuro, el público sólo alcanzará a ver, a partir de la inauguración del teatro, el próximo 7 de octubre, una mínima parte de lo que en realidad es. PASA A LA PÁGINA 6
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