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Miniaturas en CD ROM

TECNOLOGÍAEl Códex Granatensis es la joya de la biblioteca de la Universidad de Granada. Un valioso manuscrito redactado por un monje belga en el siglo XIII y bellamente ilustrado por un maestro alemán con caligrafía gótica preciosista y miniaturas hacia 1425. Su contenido encierra los conocimientos más vanguardistas de la edad media sobre biología, geología, botánica y astronomía, con detalladas descripciones de los animales más exóticos y las criaturas más fantásticas. Cualquier coleccionista daría una mano por poseerlo, porque difícilmente podría pagarlo. No está tasado. Aunque el seguro de 1.000 millones de pesetas con que una compañía protegió su traslado a Madrid hace dos años puede dar una idea aproximada de su valor artístico. Hasta hace una semana pocos eran los ojos y dedos privilegiados que podían verlo y tocarlo, debido a la fragilidad del volumen. Ahora está al alcance de cualquiera que pueda desembolsar 1.500 pesetas. La informática ha logrado el prodigio. La Universidad de Granada acaba de editar en CD ROM la versión digital multimedia e interactiva del Códex Granatensis, que reproduce con gran calidad las 232 páginas del manuscrito y sus 611 ilustraciones. La iniciativa de la Universidad surgió casi por una carambola. Aunque el libro sólo abandona la caja fuerte para ser mostrado en exposiciones, su encuadernación -no así sus hojas de pergamino- estaba bastante deteriorada. La biblioteca solicitó una restauración al Instituto del Patrimonio Histórico y antes de someterlo a la mejora en Madrid lo fotografió íntegramente para dar fe de su estado. "Con las diapositivas en la mano nos dimos cuenta de lo fácil que sería digitalizarlas y ponerlas al alcance de todo el mundo", explica Ángel Ocón, jefe de la biblioteca del Hospital Real. El Códex Granatensis es una obra de arte única, terminada en el siglo XV en Alemania. La historia de cómo llegó desde allí hasta las baldas de la biblioteca de la institución docente granadina es larga y algo imprecisa. El texto original fue escrito en latín por el belga Tomás de Cantimpré, que reunió en 19 volúmenes todos los saberes existentes en el siglo XIII sobre varias disciplinas. Un trabajo que le llevó 14 años de estudio. Casi 200 años después, la obra llegó a manos del amanuense alemán Martinus Opifex. Fue en su taller donde, entre 1400 y 1425, se dio forma a parte de los escritos. Opifex reunió en un sólo libro 10 de los volúmenes redactados por Cantimpré -del cuatro al 12 y parte del tercero- y los ilustró profusamente con miniaturas. "Su valor artístico e histórico es incalculable. Las pinturas reflejan cómo estaba estructurada la sociedad de la época: aparecen nobles, plebeyos, artesanos y gente humilde, como porqueros y carboneros. Todos fácilmente distinguibles por su vestimenta", explica Ocón. Durante un tiempo, el códex estuvo en Flandes, desde donde llegó a España no se sabe muy bien cómo. "Quizá por donación, adquisición o como botín de guerra de los Tercios", aventura el bibliotecario. Su paradero se desconoce hasta que en el siglo XVIII reaparece en la biblioteca de los jesuitas en Granada. En 1767, Mendizábal ordenó que todos los bienes de la Orden de Jesús pasaran a manos del Estado y fue así como el ya Códex Granatensis llegó a los estantes de la universidad. En principio han sido editadas mil copias del CD ROM, con traducciónes al castellano y al inglés del original latino. Aunque una vez que se realicen varias mejoras en la forma de acceder a la documentación se pondrá a la venta una segunda edición.

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