Eurodiputados con sabor a Indalo Estudiantes almerienses defienden el papel de las regiones y el euro en Estrasburgo

La militancia activa contra la violencia social hacia los más pequeños ha llevado a un grupo de 20 estudiantes del IES Alto Almanzora, de Tíjola (Almería), al corazón de Europa. Estos jóvenes, de entre 16 y 19 años, han viajado a Estrasburgo (Francia), sede del Parlamento Europeo, para participar en una jornada del programa Euroscola que intenta potenciar el conocimiento sobre esta institución y el intercambio de impresiones sobre la construcción europea entre los jóvenes. Estos 20 estudiantes de 4º de Secundaria fueron seleccionados por la Oficina del Parlamento Europeo en España, en colaboración con el Instituto Andaluz de la Juventud, como ganadores del V Concurso Euroscola en nuestra comunidad. Los alumnos trabajaron durante el pasado curso varias áreas, entre ellas, el texto de la Declaración de 1948 y la Constitución Española de 1978; elaboraron un álbum fotográfico y diseñaron una campaña de sensibilización contra la violencia y el abuso hacia los menores. El trabajo fue elegido para representar a Andalucía ante otros jóvenes de diversas regiones de toda la Unión Europea. La delegación del Alto Almanzora almeriense se ha desplazado hasta la capital de Alsacia para participar en una apretada jornada parlamentaria. Desde las 8.30 horas hasta las 17.30 los estudiantes andaluces debatieron junto a otros jóvenes venidos de Alemania, Austria, Francia, Italia y, también, España, sobre el presente y el futuro de la construcción europea. Tras la presentación de los participantes, los jóvenes conocieron el funcionamiento institucional de la UE y sus proyectos más inmediatos. El papel de las regiones en la construcción europea y la implantación del euro fueron los temas que suscitaron más entusiasmo entre los jóvenes almerienses. "Las regiones deberían tener una importancia mayor en la toma de decisiones dentro de la UE, ya que están más cercanas al ciudadano", aseguró Francisco Javier Martínez, de 17 años. Para Francisco M. Corral, "la moneda única dará confianza moral a la gente, y acercará algo más a los ciudadanos de Europa". La jornada incluyó la discusión de distintos aspectos de la integración europea. Los cerca de 250 jóvenes se distribuyeron en cinco comisiones plurinacionales, eligieron presidentes y secretarios, y pusieron en común, no sin dificultades lingüísticas, sus particulares puntos de vista. Gema Jiménez, de 17 años, participó en la comisión de medio ambiente. Junto a sus compañeros italianos, defendió un desarrollo económico compatible con la conservación del entorno natural, fomentando la implantación de energías renovables. Pero su conclusión fue más allá. "Si queremos hacer una Europa unida, hay que tener en cuenta los intereses de todos los países que la forman", insistió. La promoción de los intercambios entre jóvenes fue una de las reflexiones del grupo sobre juventud. "Los programas existentes están bien; es un gran progreso el que la gente se relacione y la cultura europea se desarrolle, pero hay que dotarlos de más medios", defendió Noelia Rueda, de 18 años. El grupo de debate sobre el futuro de Europa insistió en la necesidad de colaborar más con el resto de países europeos no pertenecientes a la UE, para evitar conflictos y ofrecer cierta estabilidad política y económica a la zona. "Se trata de que crezca la Europa económica a la vez que la Europa geográfica", afirmó Rafael Herrero, de 17 años. La dura agenda de estos jóvenes quedó compensada con un final brillante. Cuatro grupos formados por cuatro estudiantes de diferente nacionalidad disputaron la final del eurogame, un juego basado en preguntas sobre cultura general y musical de Europa. La altura de la torre de la catedral de Estrasburgo dio la victoria al grupo integrado por cuatro chicas, entre ellas, la almeriense Ana Belén García: "Lo mejor fue la compenetración con mis compañeras, una italiana, una alemana y una austriaca, a pesar de que a veces no sabíamos como comunicarnos para entendernos", confesó.