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La doble moral del "capo" de la cocaína

Hace siete años era el rostro, junto al alcalde Josu Ortuondo, de una campaña en favor del deporte y en contra de la droga. La semana pasada ingresó en prisión acusado de ser el jefe de la principal banda de narcotraficantes de cocaína en Bilbao. No es éste el único episodio oscuro que protagoniza José María De Ángel en sus 42 años años de vida, que estuvo a punto de perder por un atentado fallido de ETA el pasado año. También está procesado por su gestión como responsable de los servicios municipales deportivos de Bilbao. Desde que en 1987 De Ángel, entonces empleado del Instituto Municipal de Deportes de Bilbao -un organismo dependiente del Ayuntamiento- fundara la empresa Guedan, sus problemas se han sucedido. Más de uno de sus conocidos se sorprendió del cambio en la gestión de los servicios deportivos de Bilbao, que ese mismo año pasaron del IMD a una empresa externa. La adjudicataria resultó ser Guedan (acrónimo formado con parte de las letras de los apellidos de sus fundadores, De Ángel y otro empleado del IMD, Juan Luis López De Guereñu), que hoy día sigue encargándose de la gestión deportiva en la capital vizcaína. José María De Ángel, como responsable de la promoción del deporte en Bilbao, protagonizó a principios de los 90 una campaña que, con el tiempo, se evidenció que no era la apropiada para su persona. Era un plan que invitaba a los jóvenes a practicar deporte y evitar el consumo de drogas. Incluso su imagen aparecía, junto a la del alcalde, Josu Ortuondo, en los carteles promocionales de la campaña. Personas que trabajaron con él aseguran que se presentaba como un abanderado del deporte y la vida sana. "Llevaba todo el deporte infantil y el de las escuelas en Bilbao. Pero entonces ya se le relacionaba con tráfico de cocaína y hacia el año 94, cuando vivía en Vitoria, fue detenido por la Ertzaintza por un asunto turbio", señalan. Los problemas en su empresa Guedan se suscitaron rápidamente, pero por un asunto laboral: se trasvasaron trabajadores del IMD a Guedan y empezaron las denuncias de irregularidades, como trabajar sin contrato ni cotización a la Seguridad Social, e incluso cobrando el paro. En 1991, quince monitores de la nueva empresa fueron despedidos y, posteriormente, una sentencia del Juzgado de lo Social estimó que hubo "una cesión ilegal de mano de obra", lo que supone incumplir el Estatuto de los Trabajadores. El caso ha terminado en los tribunales de justicia y un juzgado de Bilbao imputó el pasado año un "delito contra los derechos de los trabajadores" a De Ángel, su socio Guereñu y dos responsables del IMD. El pasado,1998, no fue un buen año para el presunto narcotraficante. En abril un desconocido, que luego sería identificado como miembro del comando Vizcaya de ETA, entró en el bar que De Ángel regentaba en la localidad cántabra de Castro Urdiales. Llegó a apuntarle con su pistola, pero la suerte jugó a su favor, porque se le encasquilló y se dio a la fuga. El móvil de aquella frustrada acción no está todavía claro, aunque las hipótesis policiales la relacionan con los problemas que se creó con el personal de Guedan. "Tuvo enfrentamientos con empleados del entorno de HB y LAB y fue víctima de una venganza", señalan las fuentes policiales consultadas. El último episodio fue su detención la pasada semana bajo la acusación de ser el jefe de la principal banda de tráfico de cocaína en Bilbao. José María de Ángel fue sorprendido tras un trapicheo y, en el posterior registro de su vivienda en Bilbao, le incautaron dos kilos de cocaína pura. La Policía Municipal cree que distribuía ocho kilos de esta droga al mes. Tras declarar ante el juez, está ya en prisión y se enfrenta a una pena superior a los nueve años de cárcel. Las pruebas y evidencias logradas aventuran que el juicio puede celebrarse incluso a finales de año. El abogado del acusado ha esgrimido como único argumento de defensa que De Ángel es consumidor de cocaína. Uno de los impulsores del deporte en Bilbao hace 12 años se ha situado en el camino justamente opuesto al que defendía.

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