Enseñanza acepta negociar con la escuela pública Sagrada Familia

El Departamento de Enseñanza aceptó ayer negociar con la escuela pública Sagrada Familia su posible conversión en un centro piloto, con el objeto de que pueda seguir impartiendo las clases de Expresión Corporal o Psicomotricidad durante el horario lectivo. Debido a la denuncia de una madre de la escuela, que consideraba que estas clases no eran legales, el departamento elaboró una resolución en la que suprimía ambas materias. Enseñanza considera que las clases, que se imparten desde hace 10 años por profesores pagados por los padres, contradicen la normativa, que establece que sólo pueden impartir clases lectivas en los centros públicos los docentes que tienen la condición de funcionario. Los padres aceptaron con escepticismo la propuesta de Enseñanza, aunque están dispuestos a negociar. Como muestra de su "buena voluntad", indicó el presidente de la asociación de padres, Josep Maria Diéguez, desistieron de su intención de encerrarse durante toda la noche en la escuela, aunque mantuvieron la convocatoria de manifestación delante del centro. Diéguez dijo que el cambio de actitud se debe a la presión ejercida por los padres. Ayer mismo, un grupo de seis padres se encerraron durante varias horas en la sede de Enseñanza.