La mitad de los caladeros de pesca vascos están sobreexplotados

El consejero de Agricultura y Pesca, Iñaki Gerenabarrena, alertó ayer sobre la situación "verdaderamente peligrosa y preocupante" en la que se encuentran los caladeros en los que faena la flota vasca. Gerenabarrena realizó estas declaraciones durante la presentación en Bilbao del primer informe sobre recursos pesqueros realizado por el Instituto Tecnológico Pesquero y Alimentario (AZTI), titulado Azti Arrantza 1999, en el que se analiza la situación de las diferentes especies que pesca la flota vasca en el océano Atlántico. Según el estudio, muchas especies se encuentran "fuera de los límites biológicos de seguridad", es decir, sobreexplotadas, y exigen la adopción de "medidas globales" por parte de los países europeos que permitan su recuperación. Se trata de especies como el chicharro común del oeste, la merluza, el rape, gallos de algunas áreas, el atún rojo, el patudo, el bacalao y el fletán, que han sido capturadas en grandes cantidades durante las últimas campañas y no han podido recuperarse de forma suficiente. Por el contrario, recursos pesqueros como la anchoa, el chicharro común del sur, los rapes, el atún blanco, el rabil, el listado o el bacalao del Ártico se encuentran "dentro de los límites de seguridad". El que ya es considerado por el Departamento de Pesca como una "pieza de museo" es el besugo, que ya ni aparece en los estudios científicos por el carácter "anecdótico" de sus capturas por la flota vasca. Cuotas de captura Gerenabarrena explicó que se trata de un problema internacional ante el que el Gobierno vasco no puede aplicar medidas locales, salvo pedir a la Unión Europea una política unitaria que aborde el problema no por zonas de pesca, como en la actualidad, sino por especies y con una perspectiva a medio y largo plazo, en vez de pensar sólo en las cuotas de captura para cada temporada. Aunque los responsables del Gobierno vasco consideran que habrá que abordar una reducción de la flota europea, sostienen que no debería afectar a los barcos vascos, porque "ya hemos hecho un esfuerzo considerable, con una reducción en torno al 40%". Gerenabarrena abogó por realizar una pesca "lo más responsable y sostenible posible", en la que el nivel de capturas de las distintas especies se establezca únicamente en base a criterios científicos. En el estudio de AZTI, que se realizará cada dos años y que se edita en euskera y castellano, también se hacen recomendaciones para evitar las situaciones de sobreexplotación. En el caso de la sardina y del verdel, se plantea la necesidad de reducir este año a un tercio la explotación actual; en el caso de la merluza, en un 20%. Habría que reducir también la pesca del chicharro, del rape, de los atunes blancos y rojos, así como de los túnidos tropicales. Respecto al bacalao, considera que se deben reducir las capturas en el Ártico y mantener la moratoria actual en Canadá.