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LA BÚSQUEDA DE VELÁZQUEZ

Cultura y la Comunidad negocian quién dirigirá las pesquisas de San Plácido

El Ministerio de Cultura tiene la intención de continuar trabajando en la identificación de los dos cuerpos momificados hallados en la iglesia de San Plácido, que podrían corresponder a Diego de Silva y Velázquez y a su esposa, Juana Pacheco. Tal y como ha señalado el director general de Bellas Artes, Benigno Pendás, estos trabajos se realizarán en colaboración con la Comunidad. Se trata de saber ahora cómo se coordinarán los trabajos de investigación y quién asumirá su dirección. Para aclarar estas cuestiones, el consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, se reunirá mañana con Pendás. En principio, la Comunidad se ocuparía del estudio histórico y documental que permita saber si los restos del pintor se trasladaron desde la iglesia de San Juan Bautista, en la que recibió sepultura en 1660, hasta el convento de San Plácido.

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Las investigaciones sobre los restos hallados en San Plácido no han interrumpido los trabajos en la plaza de Ramales. Los arqueólogos de la Comunidad, con la ayuda de un equipo del Ayuntamiento, continúan recopilando datos en esa plaza, donde también se apuntó la posibilidad de que estuviera enterrado este gran pintor del siglo XVII. Para la Comunidad, se trata de una de sus excavaciones más importantes.

Tres pavimentos

En los últimos días, los arqueólogos han identificado tres pavimentos diferentes, "que se ven claramente", y un pozo que fue tapado con viguetas de madera, de las que se conservan algunos restos. Según los arqueólogos, si se conociera la profundidad del pozo se podría saber a qué época pertenece. Una hipótesis señala que sirvió para suministrar agua a una torre vecina. Con respecto a los elementos de cerámica aparecidos tan sólo es posible afirmar que son anteriores al siglo XIX. La importancia de los tres pavimentos descubiertos radica en que permitirán documentar cómo se fabricó la iglesia de San Juan. El primero de ellos es un suelo blando de barro sobre el que aparece un lecho de cenizas y algunos restos de cal quemada. Esto puede ser indicio de algún incendio. Tras esta capa aparece otra de yeso, y luego, las losas de barro.

Para los servicios de arqueología de la Comunidad, los excavaciones que se realizan en la plaza de Ramales son muy importantes. Entre otras cosas, porque con una investigación de estas características se obtienen datos sobre la ciudad que de otra manera hubieran desaparecido.

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