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32.000 alumnos no llegan a la selectividad de este año al suspender COU o 2º de bachillerato

La selectividad se lleva la (mala) fama, pero la criba se produce antes. Mientras el temido examen registra un índice de aprobados cercano al 85%, casi la mitad de los alumnos que han cursado este año COU o segundo de bachillerato no han logrado sacarlo adelante y, en consecuencia, no pueden dar el salto a la vida universitaria. El próximo lunes comenzará el examen más temido para 33.507 alumnos madrileños. Otros 32.000 se han quedado por el camino al no superar el último curso antes de la universidad. El índice de suspensos en el modelo LOGSE ronda el 60%.

Los días 21, 22 y 23 de junio están marcados con trazo rojo en los calendarios de más de 30.000 familias de la región. Llega la selectividad, la prueba que determinará quiénes pueden estudiar en la universidad y qué carreras quedan a su alcance. Los matriculados para este examen en el distrito único madrileño representan un 5,9% menos respecto a los que se enfrentaron a esta prueba el año pasado. La caída del índice de natalidad está haciendo estragos: los 33.500 estudiantes de esta temporada suponen un desplome de más de 9.300 alumnos respecto al año 1995. En consecuencia, la balanza entre oferta y demanda de plazas universitarias se equilibrará un poco más de cara al próximo curso. El déficit quedó establecido este año en unas 8.800 plazas, pero el descenso poblacional y el incremento de la oferta universitaria permitirán reducir esta cifra en cerca de 2.000 unidades. La Dirección General de Universidades de la Comunidad de Madrid calcula que ambas variables se nivelarán en torno al año 2003 o al 2004.

En consecuencia, muchos de los que se examinen la próxima semana podrán pisar por primera vez la facultad en octubre, y en torno al 60% de ellos lo hará en la carrera escogida como primera opción. El filtro más riguroso se ha establecido, realmente, en el curso previo a la selectividad: el COU, en el sistema antiguo, o el segundo de bachillerato, en el caso del modelo de la Ley Orgánica del Sistema Educativo (LOGSE). El índice de suspensos en COU ha rondado este año el 44%, mientras que entre los alumnos de LOGSE bordea el 60%. Dicho de otro modo, los estudiantes que no llegan a la selectividad rondan los 32.000 a lo largo y ancho de la región.

El secretario general de la Universidad Politécnica, Miguel Oliver, se mostró ayer convencido de que este bajo nivel de aprobados en la LOGSE se debe a la "polivalencia" del nuevo sistema, sin necesidad de extraer conclusiones negativas. "Sospecho que hay muchos que llegan a 2º de bachillerato sin mucha intención de ir a la universidad, porque piensan más en los ciclos formativos de la FP", apuntó.

Con todo, los resultados en selectividad están siendo peores, un año tras otro, entre los alumnos de LOGSE y los de COU: 79% y 83,7% de aprobados en 1998, o 76% y 83,1% en 1997, respectivamente. Hasta ahora, los responsables de acceso universitario han entendido que el porcentaje de alumnos provenientes de la LOGSE aún no era "lo suficientemente representativo". En este sentido, la selectividad de 1999 se perfila como la primera prueba relevante para el nuevo sistema educativo: los 8.454 estudiantes de LOGSE representan esta vez la cuarta parte del total.

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El famoso examen se presenta sin grandes novedades respecto a pasadas ediciones, salvo la anunciada recientemente por el ministro de Educación, Mariano Rajoy: los alumnos podrán presentarse a subir nota en septiembre y cuantas veces deseen (hasta ahora, debían esperar un año y sólo podían probar suerte una vez). Los responsables de las seis universidades públicas se confiesan incapaces de predecir cuántos estudiantes se acogerán a esta posibilidad. "La reforma nos ha pillado con el pie cambiado, como casi siempre. Confiamos en que el incremento de examinandos no sea significativo, pero igual nos equivocamos", confesó el secretario general de la Politécnica. Lo demás sigue más o menos igual. Las dos primeras faltas ortográficas no se tienen en cuenta, tres restan un punto, cuatro se castigan con dos puntos y de ahí en adelante se pueden descontar hasta un máximo de cuatro puntos. La identificación de los ejercicios se realizará mediante un código de barras entre los alumnos de LOGSE y los de COU inscritos en la Carlos III y la Politécnica. De esta manera se evitan errores númericos al transcribir notas o a la hora de adjudicarlas. "No sería la primera vez que a un Martínez García se le pone la calificación de otro Martínez García", reconocía ayer un académico.

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