"Tenemos que aprender y entender que la sociedad de Vitoria es plural"
Alfonso Alonso (Vitoria, 32 años) es la principal cara nueva en el panorama dibujado tras las elecciones en el País Vasco. Se perfila como sustituto de José Ángel Cuerda al frente de la alcaldía de Vitoria, pero en poco se le parece: tiene 33 años menos y unas ideas muy diferentes, aunque está dispuesto a aprender de él ciertas cosas, como su "centralidad". Su victoria ha sido sorprendente, al pasar el PP de 5 a 9 concejales. Pregunta. Es el momento de buscar pactos. ¿A quién rechaza de antemano su partido, el PP? Respuesta. Nosotros vamos a mantener nuestra coherencia. Defendemos la Constitución y el Estatuto y no pactaremos con nadie que esté en proyectos que ataquen esos marcos de encuentro. No vamos a pactar con los integrantes del frente de Estella porque sería defraudar a nuestros votantes. P. ¿Y ahí no cabe el PNV? R. El PNV está haciendo un proyecto distinto, que no cabe con el nuestro. Si abandonara el frente de Estella y a Herri Batasuna podríamos plantearlo. Mientras tanto, las posiciones son difíciles de conciliar. P. Si consigue la alcaldía, se le comparará constantemente con Cuerda. R. Siempre hay un intento por comparar, sobre todo con un alcalde tan especial, que ha estado 20 años en el cargo. No es que me preocupe demasiado. Cuerda será recordado como un buen alcalde, y es mejor suceder a buenos que a malos alcaldes. P. ¿No le inquieta que le haya puesto el listón tan alto? R. Me inquietaría que estuviera muy bajo. Vitoria tiene muchas virtudes que tenemos que mantener. Venimos a aportar cosas nuevas, no a destruir lo que se ha hecho bien. P. ¿Se ve usted maduro políticamente? R. La madurez política consiste en tener las ideas claras, no en tener 57 años, 85 o 32. Hay que tener un proyecto claro y contar con un equipo y unas herramientas de gestión. Nuestro proyecto no se ha diseñado de la noche a la mañana. La maduración del centro-derecha en Álava ha sido larga. P. ¿Si Cuerda se hubiera presentado, habría perdido? R. Depende. Él ganaba por el mensaje con el que se presentaba. Cuerda representaba una centralidad y una moderación. Hacía que se sintieran cómodos los nacionalistas y los no nacionalistas. Ésa era su virtud, y por eso ganaba las elecciones. Yo no le veo a Cuerda representando a Estella. P. ¿Seguirá el PP esa línea del todavía alcalde? R. Creo que sí. Tenemos que aprender mucho en cuanto a no generar presiones, a entender que la sociedad es plural, que hay distintas sensibilidades y todas tienen que estar cómodas. Nosotros lo hemos pasado mal y no queremos que nadie se sienta aislado. Si no hacemos eso, defraudaremos las expectativas de los ciudadanos. Las lecciones del pasado son muy claras. P. Ahora, sobre el papel, la fórmula más sencilla parece un pacto entre PP y PSE. ¿Cómo se puede entender con vistas a las generales del año próximo? R. Sí, esa fórmula parece la más probable. En la gestión de Vitoria podríamos avanzar. Podemos llegar a un entendimiento para hacer un País Vasco distinto al de Estella, y también las políticas del día a día. Ya les hemos tendido la mano. Pero no voy a estar detrás de los socialistas... P. ¿Puede influir algo su buena relación personal con los concejales socialistas? R. Sí, tenemos buena relación. Estar juntos en la oposición siempre une. P. ¿Cómo se observaría desde el PP un hipotético pacto entre los socialistas y el PNV? R. Me preguntaría si pactar con alguien del pacto de Estella es compatible con el discurso que hace el PSOE en España. El PNV ya no es el mismo de hace cuatro años, porque ha antepuesto su acercamiento a HB a cualquier otra cuestión. Eso les podría pasar factura a los socialistas en Vitoria, el País Vasco y toda España. P. ¿Hasta qué punto tiene usted autonomía con respecto a su partido? R. Nosotros no tenemos un proyecto personalista, sino de partido. Pero gestionar el pacto me correspondería a mí. P. Diga, en dos frases, cuáles serán sus decisiones más inmediatas si llega a la alcaldía. R. Un plan de choque de vivienda y preparar los presupuestos del año 2000.
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