La Feria de Basilea apuesta de nuevo por las últimas corrientes artísticas
La cita anual reúne 271 galerías que presentan la obra de 500 artistas de todo el mundo
La Feria de Basilea de arte contemporáneo invitó este año a 271 galerías de Europa, Estados Unidos, Latinoamérica, Asia y Australia para festejar su trigésimo aniversario. De estas 271 galerías, un 20% de ellas participa por primera vez en este foro mundial, en el que se presentan desde hoy unas 1.000 obras -entre pinturas, esculturas, collages...- realizadas por 500 artistas de las más representativas corrientes artísticas de este siglo.
Los organizadores explicaron ayer, en la presentación de la feria, que, a pesar de que el número de candidaturas para participar en Basilea ha aumentado con el paso de los años -800 en esta edición-, la superficie de exposición no ha sido ampliada. En la feria, desde hoy y hasta el día 21, participan nueve galerías españolas y publicaciones. Treinta y cinco esculturas e instalaciones de gran formato están a la vista del público en la sección Art sculpture, que se ha ampliado este año y que además ha cambiado de formato. Las obras van desde los bronces monumentales clásicos, como Miró y De Kooning, hasta las obras de artistas contemporáneos especialmente creadas para la exposición, montada por Martin Schwander, ex director del Museo de Arte de Lucerna.
Todas estas obras, evidentemente, están a la venta, y un plan de exposición con la lista de precios y de contactos se sitúa a la entrada de la feria. Además, un pabellón con catálogos de artistas ofrece informaciones detalladas sobre los creadores y sus obras.
Las obras no sólo se exhiben en la sala de exposiciones. En el exterior hay una serie de monumentales figuras que complementan la visión del interior. Un trabajo en bronce del suizo Willem de Kooning, titulado Personaje de pie, prácticamente recibe a todos los visitantes antes de entrar a la sala de exposiciones. Otras siluetas de Keith Haring y Carsten Höller forman parte del paisaje urbano, lo mismo que el muro de fuego de Yves Klein, con llamas reales que son encendidas solamente entre las ocho y las nueve de la noche todos los días.
Otro de los puntos fuertes son las exposiciones de artistas jóvenes provenientes de 11 países, presentados conjuntamente en el sector Arts statements. La comisión de selección escogió a 26 privilegiados, de un total de 160 candidaturas, y la muestra es una auténtica plataforma especializada en el arte joven. Lo que los visitantes pueden encontrar en esta sección es un descubrimiento del trabajo incipiente de las nuevas generaciones de creadores, que es tomado muy en serio por los organizadores.
La Feria de Basilea insiste en apoyar los movimientos de vanguardia, que es uno de sus puntos fuertes, y sus organizadores han insistido en que desde que se abrió Arts statements, en 1996, su interés ha ido en aumento, y en este año la compañía suiza de seguros La Baloise otorgará un premio al mejor creador, dotado con 25.000 francos suizos. El cine también ocupa un lugar importante en esta fiesta cultural. Art film ofrece nuevas cintas producidas por artistas, proyectadas en una plataforma que mostrará cada noche escenas de películas y vídeos de San Francisco a Sarajevo, pasando por Londres, así como cintas de artistas noveles. Dos de las atracciones son Imago-Meret Oppenheim y Frida Khalo, cintas documentales sobre dos personajes fascinantes del mundo del arte. El punto culminante del programa está constituido por Moving art, una selección efectuada diariamente sobre diferentes obras cinematográficas y de vídeo realizadas por artistas contemporáneos y procedentes de las galerías que participan en la feria.
Roman Singer, Susan Turcot, Martin Kreyssig/ Andreas Slominski, Sharon Lochkart, Uri Tzaig, Peter Friedl, entre otros, son algunos de los artistas que presentarán sus cintas, y muchos de ellos son, en estos momentos, nombres completamente desconocidos en el arte internacional. Pero la Feria de Basilea les proporciona la primera ocasión que han tenido para presentar sus talentos y resultados.
La Feria de Basilea presenta en la sala 21 una exposición de instalaciones de vídeo, una videoteca, ordenadores permiten utilizar CD-Rom y acceso a Internet, así como un pabellón de información que propone catálogos de los artistas que exponen. Gracias al éxito de los años precedentes -que se midió no sólo por el público visitante, sino por las ventas realizadas-, las galerías decidieron presentar esta vez nuevos proyectos de creación. Aquí, las creaciones de Annika Larson, Vanessa Beecroft, Zhang Peili, Gabriel Orozco y otros más estarán a disposición de los visitantes.
En general, la feria constituye, de acuerdo con sus organizadores, el primer sitio anual de compra y venta de arte. Es un museo temporal en el que los especialistas pueden descubrir obras originales, nuevos talentos, comparaciones de precios y presentir nuevas tendencias artísticas.
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