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EL CAMINO HACIA LA PAZ Las ayudas necesarias

Clinton y el Congreso quieren que Europa pague la reconstrucción

El presidente de EEUU, Bill Clinton, y la mayoría republicana del Congreso estadounidense están, por una vez, de acuerdo en algo: Europa tiene que correr con la parte del león de la reconstrucción de Kosovo, la ayuda a Macedonia, Albania y otros países afectados por el conflicto y, en su día, la reconstrucción de Serbia. "Dada la incapacidad de los europeos para mantener la paz y la libertad en su continente, EEUU ha vuelto a tener que correr con el 80% del esfuerzo bélico", dijo ayer Dennis Hastert, presidente de la Cámara de Representantes.

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, "Esta campaña", añadió Hastert, "le ha costado a los contribuyentes norteamericanos miles de millones de dólares". Si la guerra de Kosovo no despertó grandes pasiones en EEUU, el triunfo de la estrategia adoptada por Clinton tampoco provocaba ayer gran euforia. El sentimiento mayoritario era de alivio, y los estadounidenses volvían a concentrarse en sus asuntos internos, especialmente los augurios sobre si continuará o no la bonanza económica. El dólar, más que la gloria, era el tema del día. En ese contexto, las estimaciones sobre lo que le han costado a EEUU las 11 semanas de bombardeos sobre Yugoslavia variaban sensiblemente según las fuentes. Las más optimistas, las de la Casa Blanca, cifraban el coste en unos 3.000 millones de dólares (477.000 millones de pesetas); las más pesimistas, las de la mayoría republicana en el Congreso, en unos 8.000 millones de dólares (1,2 billones de pesetas). Pero unos y otros coincidían en que, como dijo Hastert, "ahora les toca a nuestros amigos europeos asumir el coste de la pacificación y la reconstrucción".

Ayuda a Serbia

Clinton lo había adelantado el día anterior. "Espero", dijo, "que la mayoría del dinero para la reconstrucción proceda de Europa, puesto que EEUU aportó la mayoría de los medios y fondos para la campaña aérea". Clinton y Hastert también coincidieron en que Serbia no debe esperar un centavo de EEUU si Milosevic sigue en el poder. "Mientras esa nación siga gobernada por un hombre procesado como criminal de guerra, nosotros no aportaremos la menor ayuda a la reconstrucción de Serbia", dijo Clinton en su discurso a la nación de la noche del jueves, madrugada de ayer en España. Garantizar la paz en Kosovo va a resultar aún más caro que hacer la guerra. Según informó el Centro de Previsiones Estratégicas y Presupuestarias, EEUU puede gastar hasta 3.500 millones de dólares al año para mantener los 7.000 soldados que aporta a la fuerza internacional de paz (Kfor). William Cohen, secretario de Defensa, situó la cifra entre 1.500 y 2.000 millones de dólares anuales. Y eso no incluye el coste de la reconstrucción de las infraestructuras y economías de Kosovo y los países vecinos, estimado en unos 30.000 millones de dólares por la Unión Europea. Como elemento de comparación, en Washington se recordaba ayer que el Plan Marshall que levantó a Europa occidental tras la II Guerra Mundial costó unos 80.000 millones de dólares actuales. Los ministros de Economía del G-7 (los siete países más ricos del mundo) se reunirán este fin de semana en Alemania para discutir el asunto de la reconstrucción, informó ayer el dimisionario secretario del Tesoro de EEUU, Robert Rubin. Pero la catarata de declaraciones de los líderes políticos norteamericanos sobre la responsabilidad de Europa es elocuente. "La ingente tarea de reconstruir Kosovo debe ser financiada por los europeos; nosotros ya hemos corrido con el peso de los bombardeos, nos hemos gastado 100 millones de dólares diarios durante casi 12 semanas", dijo Tren Lott, líder de la mayoría republicana en el Senado. "Los europeos", añadió el senador demócrata Joseph Biden, "serán los principales beneficiarios de la reconstrucción, pacificación y unificación del sureste de su continente". La unanimidad era total. "EEUU fue el cerebro y el músculo de la campaña gracias a nuestra tecnología militar", declaró la secretaria de Estado, Madeleine Albright. "Lo apropiado es que los europeos asuman la responsabilidad de pagar la reconstrucción de su propio patio trasero. La Europa occidental, que se benefició del Plan Marshall y la Europa central, que recibió ayuda occidental tras el final de la guerra fría, debería ahora transmitir esos beneficios al resto del continente".

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